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Project XCloud y la muerte de las consolas, llegó el momento de desmontar el mito

El eterno adiós
Por Julián Plaza

Llega la muerte de las consolas. Seguro que lo habéis oído -o leído- más de una vez. Cada cierto tiempo, especialmente coincidiendo con saltos generacionales o con la presentación de nuevas tecnologías, Michael Pachter y otros analistas de la industria aprovechan los vientos de cambio para pregonar que los sistemas de juego domésticos están llegando a su fin. Que el futuro está aquí, y viene derrumbando todo lo demás por el camino.


Hace un par de días, durante el #InsideXbox, pudimos dar a un primer vistazo al juego en la nube de Microsoft, uno de los muchos que están en camino y que contribuyen a allanar el terreno para su asentamiento definitivo. Con la llegada global de 5G, una oferta considerable y la posibilidad de jugar en múltiples dispositivos, parece solo cuestión de tiempo que esta nueva manera de jugar se consolide, se instaure. Ahora bien, ¿lo hará sustituyendo lo presente?

 

Shield


Creo que la mejor manera de obtener una respuesta orientativa a esa pregunta es fijarse en qué están haciendo las compañías tradicionales, especialmente Microsoft. Project XCloud se concibe como un componente que suma dentro de su familia de dispositivos, como un aporte. Dentro de unos meses lanzarán su primera consola sin lector de disco y se ha confirmado que llegará nuevo hardware tras Xbox One X, lo que da a entender que hay mucha inversión en lo físico, lo tangible, y que no hay perspectiva de trasladarse de un escenario al otro.


Su intención es que puedas jugar de cuantas más maneras mejor, y entre ese abanico obviamente se incluye el tope de rendimiento: la potencia bruta. Esto último solo puede conseguirse con hardware doméstico, con tu consola de última generación o tu PC ‘master race’, y aunque ahora parece que quedan pocos años para que el 4K y los 60 frames puedan lanzarse de manera remota a tu casa, también llegarán nuevas resoluciones, incrementará la calidad de imagen y las propias exigencias de los juegos del futuro serán mayores. Incluso si llega el día en el que el juego en la nube termina atrapando al doméstico, el segundo seguirá teniendo valor por sí mismo.

 

Switch


Queremos consolas en casa porque nos gusta, porque nos da seguridad no depender de la conexión y hasta porque para un sector del público considerable son un componente con cierto potencial decorativo. Del mismo modo que las compañías no abandonarán los servicios de suscripción en la próxima generación porque les dan dinero, tampoco dejarán de fabricar máquinas que compramos, que llenan sus arcas.


El juego en la nube es complementario y las consolas no morirán nunca, y aunque algunos analistas tengan que anunciarlo por eso de ser un titular que vende muy bien, no es más que un falso mantra que hemos terminado asimilando. La realidad es distinta, y está a punto de darnos un buen manotazo con la palma bien abierta.


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