Probando la beta abierta de Overwatch
Como todos sabéis (y si no, lo daré por hecho, y así todos contentos), desde el pasado día 5 de este mes y hasta el próximo lunes, estamos disfrutando de una beta abierta de Overwatch que nos permite ver mucho del juego. O quizás no tanto. Bueno, hoy voy a pasar por alto la inexistencia del modo competitivo, que no estará disponible temporalmente y del cual hablaré la semana que viene, una vez pasada esta beta, para centrarme en lo que hemos podido ver estos días.
Volvamos a empezar el segundo párrafo de la misma manera: Como ya sabéis (vuelvo a dar las cosas por la realidad más perfecta, que así nos ahorramos disgustos), ya tuve la oportunidad de jugar a Overwatch hace algún tiempo, y le pude dedicar el tiempo suficiente como para escribir un avance de ello. No obstante, el juego no era mío, por lo que no pude explorarlo tanto y como me gustaría. Ahora, en cambio, el título de Blizzard es totalmente mío, por lo menos de forma temporal con lo que dure la beta, así que puedo hablar de él de una forma más precisa.
Después de dedicarle horas y horas como la enferma mental que soy, puedo comentar varias cosillas interesantes sobre Overwatch. Por ejemplo, su tutorial. Son muchos los juegos que te sueltan a la aventura sin explicarte muy bien los controles, mientras que el de Blizzard te sitúa en un escenario, con un personaje concreto, y no te deja hacer nada sin las instrucciones de Athena. Eso está muy bien. Para los más novatos. Y es que este tutorial parece enfocado, principalmente, a aquellos que no han tocado un shooter en su vida. Que tampoco es malo, puede que haya muchos usuarios que se inicien en el género gracias a este título. Pero tratarlos a todos de niños de parvulario no es muy buena idea.
Tras ese tutorial inicial, ya podemos movernos libremente por el menú inicio. Tenemos a nuestra disposición diferentes modos de juego, si bien nos aconsejan terminar todo el entrenamiento, lo que incluye una práctica, primero solos, y otra con jugadores humanos contra la IA. Eso sí, cuando, por fin, hayamos sacado el sobresaliente que nos correspondía en este entrenamiento, podemos estar tranquilos. Ya estamos preparados para enfrentarnos a lo que haga falta.
Y es que me parece que pecamos de demasiado ansiosos, porque a todos nos ha pasado que lo que queremos es empezar a jugar de una puñetera vez, le damos a partida rápida, no tenemos ni idea de lo que hace nuestro personaje y blablablá. ¿Qué pasa? Pues que en Overwatch, como en muchos del género (sobre todo con esa mezcla suya de shooter y MOBA), tenemos clases y roles, por lo que no es lo mismo un personaje de daño, que un tanque o un francotirador. De modo que nos tiramos al combate pulsando F1 para conocer las habilidades del héroe que llevamos y, hala, ya está todo hecho.
Lo bueno: el propio juego te da consejos de cómo equilibrar el equipo, indicándote qué tipo de personaje hace falta o si ya hay demasiados héroes con un mismo rol. También hay un problemilla con eso: Que no es obligatorio hacerle caso. Por suerte, y ahora que el juego está recién estrenadito, la gente tiene ganas de probarlo todo, y la opción de cambiar de héroe en medio de la partida ayuda a que, al final, el equipo acabe bien equilibrado.
Por otro lado, están los distintos tipos de objetivos. En según qué mapas, nos tocará escoltar una carga hasta los diferentes puntos de control, defendiéndola del enemigo y haciéndola avanzar, ya que ésta no se moverá de manera automática. En otros, nuestra labor será la de capturar un territorio y defenderlo del rival por un tiempo limitado. Lo mejor es que ahora mismo encontrar partida rápida es, efectivamente, rápido, y tenemos la oportunidad de jugar diferentes tipos de mapas en menos de 15 minutos.
Aunque el chat de voz viene activado por defecto y sólo tenemos que pulsar una tecla para hablar, todavía no se ha dado el caso en las partidas que llevo. No, nadie habla, ni escribe en el chat de toda la vida. No sé si eso es bueno o malo, pero imagino que esto se debe a la velocidad de las partidas, por un lado, y a lo fresco que está todavía el juego. Los jugadores más novatos estamos primero intentando familiarizarnos con los héroes que elegimos, y no tenemos tiempo de fijarnos en las cagadas o partidas de los demás.
Lo único que puedo decir, de momento, de la comunidad es que no hay mucha opción al flameo, gracias por un lado a esa velocidad y por otra a que estamos concentrados en lo nuestro, como digo. Pero no sólo es eso. Blizzard incluye un sistema de votaciones positivas para darle puntos a los mejores de la partida, donde todos, rivales y aliados, tienen la opción de votar. ¿Funcionará esto para evitar a los usuarios más tóxicos? De momento parece que sí. Tendremos que esperar a ver qué pasa cuando ya conozcamos bien el juego.
¿Merece la pena pagar por Overwatch? El hype es grande, porque el juego ha llamado mucho y Blizzard lo ha vendido muy bien. Sin embargo, pasado el subidón inicial y con el juego entre las manos de una vez, pensamos las cosas más en frío. No podemos olvidar que estamos ante una beta y que de todos es sabido lo que le gustan a Blizzard las actualizaciones, pero lo visto hasta ahora deja claro que el “sistema” de Overwatch, la forma de concebirlo, es el mismo que el de cualquier free to play.
No me cabe duda de que el juego funcionaría a la perfección si fuera gratuito. Muchos pagarían por los diferentes aspectos, grafitis y demases, no es necesario intentar sacar más dinero de eso. Peeero, no. Blizzard ha decidido que sesenta pavos es lo que vale Overwatch, con sus extras, y así se va a quedar. ¿Merece la pena? Pues hombre, un poco sí, pero la cartera duele.
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