Primeras impresiones de Prey, pruébalo gratis en Xbox One, y PS4

Pocas, muy pocas son las ocasiones en que un juego deja ver tanto y por tanto tiempo como ha hecho Prey con una maravillosa demo que nos permite probar el juego gratis una semana antes de su lanzamiento con una degustación a la que podéis dedicarle sus buenas dos horas. Bethesda y Arkane Studios lanzan así todo un prólogo sin coste adicional con el que podremos familiarizarnos con el/la protagonista de la historia y conocer los neuromods, la Talos I y el eje central de una historia que se promete muy intensa. 

 

Un día cualquiera, una mañana cualquiera

No voy a destriparos nada de la historia porque es una pena: Prey funciona maravillosamente bien gracias, en parte, a la facilidad que tiene para sorprender en unos primeros compases que, como lector avezado de ciencia ficción hard y amante del cine y las series de género, os puedo asegurar que es de lo mejor que he visto en mucho tiempo en un videojuego. 

 

Por tanto, y sin spoilers, la demo de Prey nos sitúa en el principio de la historia: Tras elegir personaje, femenino o masculino, despertamos en nuesra cama, en nuestro apartamento, el 15 de marzo del año 2032. Una llamada de nuestro hermano nos advierte de que ya ha llegado el día: por fin vamos a embarcar hacia el espacio como un prestigioso científico en una misión espacial. Tras ponernos el traje y subir a la azotea, un helicóptero no tripulado nos lleva a las instalaciones de una multinacional puntera en investigación y nuevas tecnologías. 

 

Las cosas empiezan a torcerse cuando empezamos a cumplir unas pruebas que resultan, cuando menos, chocantes. Con un saborcillo a test de Turing que en realidad poco o nada tiene que ver con lo que está pasando, el juego comienza a tomar unos extraños derroteros y empezamos a deslizarnos por una pendiente de sorpresas y absurdos sumamente gratificante que nos pone a punto para la historia real del juego. 

 

 

Como unas viejas zapatillas

Dejando a un lado la historia, que de primeras sorprende y a base de bien, hay muchos ecos en este Prey que suenan a viejas y maravillosas melodías con títulos como Half-Life, Bioshock, Deus Ex y Dishonored, llegando el caso incluso de tener momentos que a más de uno y más de dos recordarán de forma ineludible al último juego de Bethesda, Fallout 4.

 

Una vez más, como cada vez que hay que hablar de alguno de estos productos, la maravillosa historia que sus creadores comparten en el pasado hace que sigan teniendo ese toque especial que, a pesar de estar a día de hoy en estudios diferentes, mantienen aún unido el sabor, el todo, que hace de los mencionados juegos y sagas únicas y, a la vez, con un aroma compartido entre ellas. 

 

Prey comienza con unos compases que hacen pensar en un Deus Ex a lo Arkane, pero la cosa pasa pronto cuando el nuevo título distribuido por Bethesda demuestra su potencial. Prey no tiene complejos y no duda en tener momentos en sus inicios que recuerdan al auténtico patriarca de la dinastía: System Shock, con una llegada a las instalaciones y un tomar contacto con lo desconocido que resulta, de por sí, todo un canto al viejo título de Looking Glass Technologies. Todavía no nos hemos recuperado del sabor dulce del recuerdo cuando nos enfrentamos al potenciador de turno, en esta ocasión el neuropod, que en una secuencia que a muchos os recordará a Bioshock se nos sirve en bandeja en un expositor mientras la voz de un extraño por el comunicador nos invita a inyectárnoslo. Tranquilos: no es Atlas.

 

 

Notas y arpegios de estos juegos tan dispares y a la vez tan comunes forman su orquestada melodía con la elección de nuestro protagonista, hombre o mujer, ante un espejo, como en Fallout 4, y la cosa adquiere tintes de epicidad cuando las notas a lo Dishonored se dan la mano con los registros de audio al más puro estilo Bioshock, y vemos que ahí sigue, eterno, Deus Ex, con su sistema de uso de ordenadores, hallazgo de claves, y puzzles.

 

La sensación final de esta demo de Prey, que promete una hora de juego pero a mí me ha llevado dos horas terminarla, es que  Arkane Studios y Bethesda se han quitado los complejos y no han tenido miedo a la hora de sacar lo mejor de todos los títulos del género para crear un juego que, si mantiene el ritmo de esta demo, podría ser uno de los grandes lanzamientos del año. No os perdáis tampoco los guiño a Half-Life, otro de los grandes pilares de este singular estilo de juego, y, por todo lo que se mueve, probadlo y sacad vuestras propias conclusiones. La demo tiene para que le echéis unas buenas horas y le saquéis todo el jugo antes del lanzamiento el 5 de mayo. 

 

¡Nos leemos!

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