1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS3

Preciosas plataformas en la despedida de PS3

The Puppeteer, macabros saltos adorables
Por Adrián Suárez Mouriño

The Puppeteer es un título precioso. Otro de esos maravillosos juegos que conseguirán que nos demoremos en deshacernos de nuestra PS3. Estéticamente cuenta con esa preocupación tan de esta generación, es decir, en lugar de buscar abrumar a golpe de puro potencial gráfico, lo consigue a base de estilo. Un recurso que emplearon, sobretodo, títulos indie como Machinarium. Sorprender con estilo. Para esta ocasión la inspiración ha llegado de un oscuro cuento de marionetas, mejor dicho, un oscuro teatro. Adorable pero con dejes siniestros.

 

El título se desarrolla en el interior de un escenario, con su telón y su escena. Lo que podría parecer una mera artimaña estilística, no lo es realmente. Los distintos planos de profundidad que genera la separación entre el escenario y la zona de público se aprovechan para, por ejemplo, acercar cañones a nuestra cara o que un dragón vuele hacia nosotros. Si a esto le añadimos los clamores del público cuando nos sucede algo trágico, se consigue una idea muy bien parida.

 

Como título de plataformeo, habréis escuchado que se parece a Dinamite Heady, pero nada más lejos de la realidad. Como casi todos los títulos de Treasure,la historia de la hormiga amarilla es como un juego de carreras con muchos obstáculos locos para esquivar. The Puppeteer es más pausado como tónica general, acelerando la acción en ciertos momentos para otorgarle variedad al desarrollo. De ese modo, su ritmo se acerca más al de un Donkey Kong Country que al de un juego de Treasure.

 

 

Como otros tantos plataformas, The Puppeteer incluye una peculiaridad para su protagonista que, evolucionándola, le permite afrontar diversos retos de saltos. Kratos vencía enemigos y con las habilidades adquiridas llegaba a plataformas imposibles de alcanzar anteriormente, por ejemplo. En el caso de The Puppeteer, y en donde entronca con Dinamite Heady, estos poderes llegan a través del intercambio de cabezas. Unas cien, que nos darán una interesante variedad de opciones. La gracia es que al poder quitar y ponerse diversas cabezas, el juego potencia ese puntito tétrico de su teatro de marionetas, de personajes de trapo que tienen vida, pero sin pasarse, ya que los diseños siguen siendo adorables. El plataformeo vertical se resuelve esgrimiendo una tijera, con ella podemos ir cortando partes del escenario por el que vamos a su vez trepando.

 

En los enfrentamientos con los enemigos combinamos las peculiaridades de cada cabeza con un elemento muy de Sonic. Si recibimos impactos, nuestra cabeza se suelta y echa a rodar por el escenario, contando con unos instantes para hacernos con ella; si no lo conseguimos, morimos. Este detalle, tan poco usado despúes de emplearse con el erizo azul, siempre me ha encantado. Le da un puntito orgánico a perder vidas y genera tensión al tener que perseguir los anillos mientras el boss sigue a lo suyo.

 

Como ya hemos dicho un millón de veces en Mundogamers, el final de PS3 está siendo increíble. Ya no solo porque esté teniendo cuatro o cinco juegos fantásticos para que nos olvidemos de una PS4, sino porque estos títulos corresponden a a variados géneros, no son sólo shooters o títulos de acción. The Pupppeteer aporta un plataformeo precioso, con conceptos muy originales y que sin duda se dejará disfrutar a partir del 11 de septiembre por 39,99 euros, tanto en físico como en digital. Yo le tengo ganas.


<< Anterior Siguiente >>