Portátil, pero 100% Donkey Kong
Si bien es cierto que el último Nintendo Direct mostró novedades que nos hacía redactar la lista de deseados, otros títulos no hicieron mella en nosotros. Quizá ya los habíamos jugado y, aunque fueran más o menos esperados, no eran nuevos. El caso es que hay títulos que funcionan, nos gustan, y las compañías deciden pulirlo y volver a sacarlo para quien lo quiera disfrutar de nuevo o por primera vez. Es el caso de Donkey Kong Country Returns que, con su nuevo apellido 3D, se mete en la portátil de Nintendo. Un port que va de una consola doméstica a una portátil y hemos de decir que con gran calidad.
En la pequeña consola la calidad gráfica es estupenda. Las formas redondeadas y el colorido selvático bañan la pantalla creando un entorno perfecto. Nos movemos ágiles por los niveles, calculando los saltos y descubriendo los secretos que esconden los rincones y acabando con los enemigos a nuestro paso. Incluso los cambios de plano a los que nos llevan los barriles mantienen su encanto. Por supuesto que al título le sienta bien su nueva morada y va completo sin excepción. Dotado de todas las habilidades y todos los niveles con los que nos divertimos en Wii. Incluso encontramos un modo que lo hace más sencillo. Más vida, más habilidades como el tonel transportable. Todo orientado a que el jugador no se frustre reintentando puntos de control, saltos fallidos y mal calculados.
Pero, ¿qué es Donkey Kong Returns si le quitamos su dificultad? Podríamos pensar que poniéndolo más fácil estará al alcance de mayor público pero, ¿no era la dificultad, el reto que suponía el título lo que provocó su éxito? Ya lo hemos hablado en más de una ocasión y a veces, que nos pongan un muro para aprender a saltarlo es lo que le da a un videojuego verdadero sentido. Por otro lado ocurre algo extraño con Donkey Kong. La imagen que percibimos está cuidada, se ve francamente bien, pero el efecto estereoscópico no le hace justicia. Al activarlo no terminamos de ver una imagen que se ajuste. Digamos que no es un traje que le siente bien.
No es que el lanzamiento en 3DS sea un error de hecho es una gran oportunidad para aquellos que no lo hayan disfrutado en su momento. Incluso, quien lo disfrutara en su momento, ahora puede volverlo a jugar donde quiera. La reflexión acerca de la dificultad se solventa seleccionando el modo original. Perderemos una de las novedades que algunos pueden preferir tener. Y es que en el Nuevo Modo al caernos o ser golpeados no perdemos tanto tiempo, la recuperación es automática. En el modo clásico uno se descubre reintentando varias veces una secuencia para corregir los errores cometidos.
Ocurre algo extraño con Donkey Kong. La imagen que percibimos está cuidada, se ve francamente bien, pero el efecto estereoscópico no le hace justicia. Al activarlo no terminamos de ver una imagen que se ajuste. Digamos que no es un traje que le siente bien.
De este modo, siendo un juego igual al de la versión de Wii, con la salvedad de poder modificar la dificultad, ¿Será simplemente una opción que la compañía brinda a los usuarios de Nintendo 3DS de disfrutar de un juego tan querido? Recordemos el éxito de las entregas de Donkey Kong que pasaron de sobremesa a portátil.
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