Por qué tememos las microtransacciones

Electronic Arts, ese estudio que se hizo con el dudoso honor de ser la peor compañía de Estados Unidos durante el año pasado, vuelve a estar en la picota después de asegurar que, a partir de la próxima generación, incluirá los micropagos en todos sus juegos. Sabiendo la imagen que el estudio tiene entre los jugadores, las masas enfurecidas no han tardado en levantarse.

Curiosamente, en su nueva faceta de Deus Ex Machina, Cliff Bleszinsky, el hombre que se dedica a hablar de la industria sin pelos en la lengua ahora que no debe rendir cuentas a nadie, ha salido en defensa del estudio y en defensa de un modelo que, nos guste o no, nos vamos a comer por narices en la próxima generación.

Cliffy tiene muy claro que, mosqueos a un lado, el jugador siempre tiene la última palabra. Nadie le pone una pistola en la cabeza para obligarle a pagar por un contenido que no quiere y que es el jugador, con el dinero que invierte, el que decide si apoya aquellas propuestas que más le gustan.Cliff pone un paralelismo divertido con su infancia en la que era capaz de comprar cereales de Nintendo con tal de apoyar a la marca.

Games Industry se ha subido al carro del debate con un texto en el que comparte una misma idea con Cliff Bleszinky y que, por lo menos el que esto escribe, cree que será vital de cara al futuro: las microtransacciones, bien ejecutadas, serán un modelo más que satisfactorio para aquellos jugadores enamorados de un título, una saga o una franquicia y que quieran exprimirla hasta el extremo.

El texto de Games Industry, eso sí, es algo más pesimista respecto al futuro que nos espera porque da por hecho que nos queda un largo trecho de prácticas deshonestas y de monetización porque sí en los años venideros. Cómo no, pone los ejemplos de Zynga y de Gameloft y apunta a un hecho interesante: aquellos que más pagan son los jugadores con menor tradición en esto del videojuego y que tienen un estatus social más bajo. Y ese parece ser el gran temor del jugador medio respecto a las microtransacciones: que nos vayan a cobrar hasta por el aire que respiramos.

El tema del free2play lo hemos tocado más de una vez en esta web y la declaración de intenciones de Electronic Arts reaviva el debate, un debate que parece apuntar hacia una conclusión clara: el modelo de videojuego de 50-60€ tiene los días contados. A partir de aquí, cómo operen los estudios es una decisión de ellos pero parece claro que la premisa principal es conseguir que el usuario sea feliz pagando por esos contenidos extra y que no  se sienta una vaca ordeñada cada cinco minutos. Creo que todos tenemos casos de juegos que adoramos y por los que estaríamos dispuestos a ir uno, dos o tres pasos más allá.

Siempre pongo mi experiencia personal con el último FIFA, precisamente un juego de Electronic Arts. Le he dado, y le sigo dando, mucho al Ultimate Team, ese modo en el que construyes tu equipo ideal jugando partidas, ganando ligas, haciendo trapicheos en el mercado o comprando sobres de jugadores. De todas las opciones que he mencionado, sólo una implica pasar por caja y, aún así, no es del todo cierto, ya que esos sobres se pueden comprar con la moneda del juego o con dinero real. Y aún así, debo haberme gastado unos 20€ extra en su tienda y no descarto volver a aflojar la cartera.

Pero como bien dice Cliffy en su texto, el videojuego es una industria y un negocio. Él se metió en esto, entre otros motivos, para ganarse la vida haciendo juegos de la misma manera que lo hacen Electronic Arts o Valve. Es muy cuidadoso al escoger esos ejemplos ya que el objetivo final de ambas compañías es el mismo: el beneficio económico. Una tiene el respaldo de sus seguidores. Otra no. Una cuida muy bien su imagen de cara a la galería. La otra no. Quizá a Electronic Arts, además de un cursillo rápido sobre cómo implementar los micropagos en sus juegos, le haga falta una buena campaña de imagen.