Por qué Sony no perderá (tanto) dinero con PS4
Un día de balances fiscales en medio mundo significa día de resultados, de planes de futuro y de opiniones corporativas. Sony, que presentó sus cifras de 2013, ha dejado claro que no pretende convertir PS4 en una sangría económica a lo PS3. ¿Cómo? Recortando en investigación y desarrollo y tirando de fórmulas ya conocidas.
En Mundogamers ya hemos hablado en alguna ocasión de que PS4 no se va a tratar de otra cosa que un PC hipervitaminado. Un PC, ojo, que va a dar sopas con honda a los compatibles durante una buena temporada pero que en ningún caso supone un esuferzo de investigación como si lo fueron las anteriores consolas de Sony. Es ahí donde radica el cambio de chip de la firma nipona, que ha decidido tirar de tecnología conocida y de delegar ciertas funciones en terceros para, asegura en sus resultados fiscales que podéis consultar en este enlace, reducir costes y hacer de PS4 una consola menos deficitaria que PS3.
¿Que traducción tiene todo esto para el usuario de a pie? Una muy sencilla: el precio final de PS4 debería ser sensiblemente inferior al de PS3. No ya sólo por una cuestión de sabiduría empresarial sino porque la firma va a poder jugar mejor con los márgenes comerciales. Pero no es oro todo lo que reluce, los números de Sony han caído en este año por la lógica bajada de ventas de PS3, PSP y PS Vita, de la que no se esperan grandes cifras para lo que queda de año, a pesar de ser un puntal de PS4.
Y no estaría de más tener en cuenta que parte de los buenos números de la multinacional se deben a la subida del yen frente al dólar, un movimiento siempre engañoso que no debería esconder que la actividad ha ido peor de lo esperado.
El futuro no pinta extremadamente bien para otras grandes del videojuego. La misma Konami ha certificado que sus números no son para tirar cohetes y que va a intentar mejorarlos tirando de la única franquicia, posiblemente, que todavía tiene un currículum impecable: Metal Gear Solid. Lo que traducido al lenguaje del usuario de a pie significa que es bastante probable que The Phantom Pain vea la luz a lo largo de este año fiscal si la firma no quiere tener unos números negros de cara al 2014.
Pero es que incluso Activision, gigante donde los haya, se muestra cauto ante sus inversores. Que sí, Call of Duty y Skylanders son dos colosos que parecen intocables pero el mismo Bobby Kotick lo ha dejado claro: se les viene encima una ofensiva por tierra, mar y aire. La llegada de Destiny, el nuevo título de Bungie, y lo más que probable de Respawn van a ser dos duros contrinctantes por no hablar de Disney Infinity, la respuesta a la hegemonía de Skylanders entre los más pequeños.
Números, números, números. Si algo nos queda claro con lo visto hasta el momento es que nos espera un 2014 lleno de movimientos para frenar la caída de ventas. La gran pregunta permanecerá sin contestar hasta bien entrado el otoño, ¿conseguirán las nuevas consolas ese empujón necesario?
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