¿Por qué no estás palote con Fallout 4?

He llegado tarde, muy tarde, al vídeo de Fallout 4, y las reacciones al maldito tráiler del que sin duda era uno de los esperados de la década me han dejado frío. Muy frío. 

 

Oh my God...

Vic ya habló de lo imbécil que resulta quejarse del ya casi obligatorio downgrade gráfico y luego volver a quejarse de que un vídeo no tire de efectos que no veremos en el juego para presentarse en sociedad. Así que tranquis, no volveré a pegaros la bronca, pero tíos... ¿Qué forma de pensar es esa? ¿Se ha puesto de moda protestar por protestar o es que un amplio sector del público se ha vuelto idiota los cuatro días mal contados que no he estado sentado al ordenador?

 

Lo digo porque ayer, mientras por fin veía el polémico vídeo para poder comentarlo hoy como toca, la frase que repetía era, siempre, la misma: No puede ser que estemos viendo el mismo tráiler. Echémosle un ojo...

 

 

...The Soldiers Were Right...

Estoy palote con Fallout 4, y lo estoy por muchos motivos. El primero, porque Bethesda ha tenido los santos wikies de mostrar el juego tal y como es. Sin sombras renderizadas dinámicas y hasta el culo de esteroides que no seremos capaces de ver en el juego, sin gammas inteligentes precalculados ni cochinaditas cocinadas a fuego lento en máquinas de las que jamás oiremos hablar. 

Ná. 

Bethesda se ha atrevido a coger el juego en desarrollo y plantárnoslo delante con un silbidito de atención: 'esto es lo que hay, chicos', y a mí, lo que hay, me pone muy contento. 

 

Pero eso no es todo ni de lejos. Estoy feliz con lo que muestra Fallout 4 porque mantiene la cordura y la cultura que se ha convertido en pop gracias a años y años de machaque constante con sus productos, que han entrado tan bien en nuestra sociedad como en su momento la Coca Cola lo hizo cuando el tío Paco aún pesacaba truchas en el Bullaque. Ahí restá el televisor retro de Radiation Kings, las bombas de azúcar, la Nuka Cola y todo ese mundo de diseño años 20 retrofuturista cuya música ya estoy deseando escuchar en el Pip Boy mientras cruzo los escenarios de esa nueva Boston post-apocalíptica.

 

 

...The War...

Fallout 4 me pone palote porque, a pesar de la ambición de éste tráiler que mezcla pasado y presente -y perro- para acercar su historia a los miles de jugadores que aún no han entrado en contacto con el universo Fallout, reconozco la historia, la cultura y los elementos de una saga mítica que parece prometer ir en la misma línea de lo que ya conocemos. Y esto es genial cuando lo que los fans queremos, a fin de cuentas, es más de lo que amamos con algunas mejoras y un poco más de interacción.

 

Me ponen las armas, los escenarios, la puerta de ese refugio 111 que ya se abre en mi cabeza cada vez que cierro los ojos, y me pone la comunidad de Fallout que ya se ha devanado los sesos para investigar la futura zona de juego localizando no sólo los más que obvios escenarios en Boston, sino también el refugio 111 en Whitney Hill, un parque de la región Watertow que, cuando el juego salga a la venta, se convertirá en la zona en la que empezarán nuestras correrías. 

 

 

...The War Never Changes.

Así que no entiendo el rebote con los gráficos reales y honestos. No entiendo las quejas de que 'el cielo es muy azul y hay plantas' cuando ni siquiera sabemos cuánto tiempo ha pasado desde el día del bombardeo, y no entiendo, en fin, esa necesidad de criticar lo que aún no es más que un vídeo con suficientes elementos como para desear que el tiempo pase rápido. 

 

Lo que es yo, ya he desempolvado mi guía de supervivencia en el Yermo, he puesto pilas nuevas a mi Pip-Boy y he vuelto a echar un vistazo a todos los cabezones de Vaul-Tec que me ayudarán a elevar mis estadísticas de Fuerza, Inteligencia, Agilidad y Percepción. Ya tengo ganas de arrastrarme por los túneles de una Boston que apenas pude disfrutar en Assassin's Creed 3, de investigar los depósitos de la gasolinera, los búnkeres que se ocultan donde menos te lo esperas y esas pequeñas bromas privadas que Bethesda oculta en sus juegos para disfrute de los que le echamos más horas y tesón a sus obras. 

 

Oh, maldito hype, ahora que me había tranquilizado con Witcher 3 en mis manos me toca volver a estar nervioso hasta que llegue a mi casa este más que soñado Fallout 4. 

 

¡Nos leemos!

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