Por qué no entiendo que guste tanto Life is Strange

Como con tantos otros juegos, he llegado bastante tarde a Life is Strange. El primero, sí, no su precuela, ni la próxima secuela. Tampoco Captain Spirit. Hablo del primer juego, el protagonizado por Max y Chloe. No os lo vais a creer, pero desde su lanzamiento en 2015, hasta hoy, pasando por todo un fenómeno en las redes sociales (hola, Tumblr) y por las plataformas de contenido audiovisual, como Youtube, no me he comido ni un solo spoiler. A no ser que incluyamos, claro está, el típico beso entre las protagonistas. Con suerte, ya sabía que esto iba de decidir y que podía decidir que se besaran o no. Antes de hablar de por qué no dejé que se besaran, voy a hablaros de por qué no entiendo a qué se debe la fiebre Life is Strange.

 

Dontnod tenía en sus manos un producto novedoso, con una idea muy original, pero con una ejecución algo más mediocre. Nuestra protagonista principal es Max, una chica que, gracias a una desgracia, descubre que tiene un superpoder: “rebobinar” el tiempo. El juego, tras una clase de fotografía, empieza con el despertar de los poderes de Max al intentar salvar a una chica que luego resulta ser su amiga de la infancia, Chloe. A todo el mundo le gusta Chloe. Menos a mí. Y empezar el juego odiando al personaje que va a ser nuestra razón de ser ya dice bastante de mi experiencia con Life is Strange.

 

Las películas interactivas siempre me hacen tener sentimientos encontrados. Quizás también porque una de mis primeras experiencias “modernas” fue Beyond: Two Souls. Otras, como Detroit: Become Human o A Way Out sí han conseguido llamarme. Incluso Intenciones Ocultas, pensado para ser una experiencia de una noche entre amigos, me pareció algo entretenido, sin nada más allá. Con Life is Strange ya sabía a lo que me enfrentaba: yo tomo decisiones, Max la caga, y tengo que volver atrás en el tiempo para hacerlo todo bien. El problema es que ella no es la única que la caga, y muchas veces le tengo que salvar el culo a más de un idiota. Salvar a Chloe de una muerte estúpida en la que se ha metido ella solita está bien las dos o tres primeras veces. A partir de la vigésima vez, igual, digo, IGUAL, deberíamos empezar a replantearnos si es que la chica edgy de turno no prefiere estar muerta y enterrada.

 

Más allá de las mecánicas repetitivas de “voy a coger un libro y de camino tiro todo lo que me encuentro en la mesa porque en vez de manos tengo manoplas del tamaño de un camión”, más allá de la torpeza de una protagonista que ya es lo suficientemente mayor como para no estar en la edad del pavo, no consigo sentir ningún tipo de atracción ni por Max ni por Chloe. La primera quiere ser la chica buena que ayude a todo el mundo, pero conforme avanza el juego, y como nos dice otra de nuestras “yo” en el último capítulo, en realidad es una chica manipuladora y mentirosa que usa sus poderes para contentar a otros diciendo lo que todo el mundo quiere oír en cada momento. La segunda es la tipa dura, la punky-grunge-edgy, la Sasuke que odia a todo el mundo pero tiene corazón y solo quiere encontrar a su amiga y drogarse. Una chica con un pasado trágico a la que debemos proteger de todo porque ya hay que ser imbécil como para recostarse en las vías no abandonadas de un tren y encima quedarse enganchada.

 

Puede que, quizás, Life is Strange me haya pillado ¿mayor?, como si su público fuera más joven. Algo que no habría cambiado si lo hubiese jugado en 2015. Porque con tres años menos también habría seguido pensando que si tu amiga se enfada porque tienes más amigas y te preocupas por otras, igual no es tu amiga. Lo siento, pero hablando en plata, Chloe es un personaje tóxico y dependiente. Entiendo que la muerte de su padre y la desaparición de su amiga, o casi novia, la hayan trastocado. Pero creo que se podría haber profundizado de forma diferente en ella. Podría haberse conseguido crear a un personaje más realista, un personaje que no fuera solo toxicidad y egoísmo.

 

 

Por culpa de Chloe, Max se ve envuelta en una movida que va más allá de su imaginación. Una trama que incluye droga, asesinato y corrupción. Todo ello combinado con extraños fenómenos climáticos sin explicación alguna. Capítulo a capítulo, Max parece madurar, también dependiendo de nuestras decisiones. En cambio, Chloe se queda atrás. Ella sigue dependiendo de su amiga con superpoderes, sigue liándola esperando a que la otra le saque las castañas del fuego. Sigue siendo una niña que no entiende los esfuerzos de su madre, de su padrastro o de su amiga. Y Max se deja llevar por una persona que la bloquea, que no le permite desarrollarse en función de los acontecimientos. Siendo Max como es, ¿no habría llamado a la policía tras encontrar un cadáver? ¿Tras descubrir que hay un loco suelto, aunque esté culpando a la persona equivocada?

 

Mi problema está en que, a pesar de mis decisiones, no he visto mi pensamiento reflejado en las acciones de Max. Yo quise que ella se acercase más a otros, no solo a Chloe. De hecho, no quise que la besara cuando la otra la reta porque consideraba que yo no lo habría hecho. No habría besado a una amiga, por muy de la infancia que fuese, nada más reencontrarme con ella, mientras estoy descubriendo que ya no es la que fue. Además, yo elegí a Warren. Es que, ¿me explicas? No se puede ser más adorable. En cambio, Max elige estar con Chloe y luchar solo con ella a su lado. Conoce a gente buena a su alrededor, pero sigue dejándose llevar por la toxicidad de su amiga, en lugar de sacarla a ella de todo eso.

 

No es hasta bien avanzado el Capítulo 5 cuando Chloe abre los ojos por primera vez. Se da cuenta de que Max ha estado salvándola una y otra vez y ella ha seguido avanzando, sin pararse a escuchar. Nunca han hecho las cosas a la manera de Max, aunque ella haya servido un poco de guía en según qué ocasiones. Todo ha sido decisión de Chloe, y a partir de ella se ha dado todo lo demás. Por eso Max tampoco puede acercarse tanto como le gustaría al resto de Arcadia Bay. Se queda estancada.

 

 

Seguimos con spoilers, espero que nadie haya llegado hasta aquí si no ha jugado Life is Strange (Kysu, eres la única loca que quedaba por jugarlo). El título de Dontnod tiene sus giros de guión, como que el malo final no sea Nathan, o su padre. Pero sigue faltando algo. Quizás es que yo vea las cosas demasiado fáciles, pero, en serio, ¿no lo son?

 

Cuando el juego llega a su clímax, tenemos la gran pregunta, la clave de todo: ¿Salvar a Chloe o salvar Arcadia Bay? Nuestros mini viajes en el tiempo han provocado la gran tormenta que arrasará con todo. Pero si no viajamos en el tiempo, no salvaremos a Chloe al principio del juego. ¿Qué podemos elegir? Cuando se me hace esta pregunta, yo lo tengo claro. Sí he empatizado con personajes como Warren, Kate, Victoria o Joyce. Incluso con David, que me ha salvado la vida. Por eso no puedo sacrificarlos a todos por esa amiga de la infancia que solo ha conseguido demostrarme que es idiota. Entiendo que la decisión real de Max sería salvar a Chloe. Pero no es la mía. Y por una vez es Max la que debe adaptarse a mi línea de pensamiento, no yo a la suya. Sin embargo, todo sigue quedándose cojo.

 

Vuelvo atrás, a ese principio de semana y estoy en el baño. Sé todo lo que ha ocurrido. ¿Por qué no digo “espera”? Hay una solución mucho más sencilla. Me dejo ver, interrumpo antes de que Nathan y Chloe empiecen a discutir, “¡Oh, dios, Chloe, eres tú, mi amiga de la infancia! ¿Te importa si hablo un poco con ella, Nathan? Venga, gracias. Oye, mira Chloe, este señor tiene una pistola, así que vámonos de aquí, que tengo un asunto importante que resolver, y te cuento toda la movida en la que me has metido esta semana”. Sin usar poderes, nos vamos, salvamos el día delatando al señor Jefferson, se lo contamos todo a nuestra amiga de la infancia, nos casamos con Warren y tan felices. ¿De verdad era tan difícil? ¿De verdad a nadie se le ha ocurrido? Y lo mismo cuando nos toca volver al pasado para volver a matar al padre de Chloe. O que el búnker es un refugio anti-tornados y que podríamos meter a mucha gente ahí. ¿A nadie se le ha ocurrido que hay mil formas de solucionar las cosas? Pero, claro, un videojuego tiene sus límites. Y como los límites de este no me gustan, pues no entiendo por qué a vosotros sí. Pero, eh, os respeto. No como Chloe con la intimidad y las relaciones de Max. Quiero decir, hay cosas del juego que me gustan. Me ha sorprendido dentro de lo previsible, he conectado con algunos personajes y no ha sido una mala experiencia. Pero creo que tampoco es para tanto, no es lo que me habíais vendido. ¿Estoy despedida ya?

 

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