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¿Por qué el capítulo 13 de Final Fantasy XV es tan interesante?

Pese a sus muchos, muchos fallos en lo jugable
Por Adrián Suárez Mouriño

Sí, el capítulo trece de Final Fantasy XV falla por no dejarte correr, por ofrecer unas mecánicas pochas de survival horror, por ofrecer una oferta de acciones pobre a través de la magia del anillo y por ser innecesariamente larga; sin embargo, hay una intención tras este capítulo interesante para contar algo importante de la historia del título a través de la jugabilidad. Hablemos de ello sabiendo que sí, que por muy buenas intenciones que tenga tiene unos fallos capaces de hacer pedir perdón a Tabata. Por supuesto, hablaremos con spoilers, así que si no habéis rematado el juego no leais esto.

 

Final Fantasy XV usa su capítulo trece para explicar la terrorífica figura de Ardyn, un hombre inmortal por haber absorbido la magia demoniaca de los cadentes y que desea acabar con toda la estirpe Lucis Caelum. Él en su día quiso ser rey pues su sangre se lo permitía, pero el anillo de Regis se lo impidió al no elegirlo como digno. Su ira le llevó a convencer a todo un emperador de Niflheim a entrar en guerra con Insomnia, robar el cristal y con él el alma del mundo, y al hacerlo, Eos acabó condenada a una noche eterna.

 

El capítulo trece usa el survival horror, el terror, para explicar al personaje de Ardyn, para hablar de su mente calculadora, mezquina y llena de odio. Guía a Noctis por unos pasillos llenos de enemigos, de niños pequeños que sufrieron unos terribles experimentos para convertirse en monstruos y todo con la intención de amedrentarlo par que deje atrás a sus amigos y se quede tan solo como él. ¿Y por qué Ardyn decide enfrentarse así a Noctis? ¿Por qué cree que despojarle de sus amigos, de sus poderes y enfrentarlo al terror puede funcionarle? Porque ya le ha funcionado con el emperador. El gran dignatario de Niflheim no es el gran malo de Final Fantasy XV, no es más que un peón manipulado por Ardyn, uno que acaba transformado en un cadente que eliminamos, en un ser que acaba presa de sus maquinaciones. Pero Noctis no acaba sucumbiendo a sus planes, porque sus amigos le apoyan pase lo que pase.

 

Square Enix hace un ejercicio de trapecismo en lo que respecta al diseño de juego; sin duda estas dos largas horas de survival horror incrustadas en Final Fantasy XV son terriblemente tediosas en lo jugable, pero si las analizamos son muy interesantes. No se nos habla del emperador en todo el juego hasta aquí, y para que comprendamos que ha sido un títere insignificante en las manos de Ardyn nos reducen toda su historia a dos notas, dejando de paso como gran manipulador al propio Ardyn. En este episodio seguimos la voz de este nuevo enemigo que se descubre como tal, haciendo que comprendamos el poder que tiene sobre nosotros, sobre el propio concepto de terror y anticipando esa gran noche que será protagonista en el capítulo 14. Para demostrar que el imperio es una gran tapadera, una tonta cortina de humo, es por lo que Aranea acaba ayudándonos y traicionando al imperio, porque no hay un Imperio como tal en realidad, solo Ardyn y sus tribulaciones.

 

 

Para apoyar toda esta historia, pasamos por los laboratorios en los que se prepararon a los cadentes con base humana de la gente de Eos secuestrada, y al entender esto comprendemos también por qué el mundo de juego está relativamente vacío: porque todos han sido raptados para covertirse en cadentes.

 

Es también interesante cómo se usa el cambio de género para hablar del personaje de Ravus, hermano de Lunafreya. Este participa en el regicido, se queda con la espada de Regis y pretende hacerse con su anillo, pero no porque quiera gobernar Insomnia, sino porque odia a estos por la muerte de su madre y porque piensa que por culpa de Regis y su incapacidad ofensiva ha perdido a Tenebrae, su patria. Tras comprender él mismo esto, que Ardyn es malévolo y que Luna tiene razón al afirmar que Noctis es el digno heredero para arreglarlo todo y salvar el mundo, apoya a Luna, y cuando el terror de Ardyn se hace palpable y evidente en el capítulo 13, él mismo muere pero asegurándose de que le hace entrega al heredero de la espada de su padre. Y así consigue su particular redención al decirle Noctis que su trabajo está ya concluido.

 

Es por todo esto, por hablarnos de Ardyn, de Noctis, de la ridícula figura del emperador, de cómo la amistad supera el terror, por preceder a la terrible noche eterna y por hacernos comprender los miedos de Ravus por lo que este capítulo tiene sentido y estan interesante. ¿Es fallido? Sin duda, tiene defectos en lo jugable y Square Enix ha pecado al no pulirlo más, ¿pero es interesante? Muchísimo, y os invito a que analicéis cómo el arriesgado y brusco cambio de género es ideal para explicar este tramo del juego y su historia de esta manera tan particular.


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