Los fans de Animal Crossing estamos deseando que llegue por fin Animal Crossing: New Horizons a nuestra Switch, pero recientemente una polémica hizo que se alzaran voces de disgusto. Y es que Animal Crossing solo permitirá tener una isla por consola. Esto quiere decir que, a diferencia de otros juegos de Nintendo Switch donde puedes jugar desde diferentes perfiles para poder compartir la consola con tu pareja / hijos o habitantes de tu hogar, Animal Crossing: New Horizons solo permitirá una partida. Es más, si entras en la página oficial del juego, aparece una cláusula en pequeñito abajo del todo que reza lo siguiente:
Esto, evidentemente, responde a razones comerciales. Hace tiempo que Nintendo ha estado realizando varias maniobras para conseguir que haya una Switch por usuario en cada casa. De esta forma, en lugar de concebir la consola como un centro de ocio y entretenimiento para toda la familia, quieren ampliar su ya de por sí altísimo número de ventas motivando a que los jugadores de una casa se nieguen a que sea su turno para seguir jugando y se compren una consola. La decisión de Animal Crossing de impedir que tengas más de una partida por consola no solo impediría que dos miembros de la familia pudieran llevar su partida de forma simultánea, sino que es un fuerte condicionante para hacerte con una segunda consola por hogar. Es más, precisamente paralelo a este lanzamiento han anunciado un nuevo modelo de Switch con un diseño hecho y pensado para los amantes de Animal Crossing. ¿Coincidencia? En absoluto.
Sin embargo, existe también una razón mucho más profunda que nos reveló su creador, Katsuya Eguchi, en una entrevista que realizó en 2006 para Gamasutra. Y es que Katsuya Eguchi emplea Animal Crossing para estar conectado emocionalmente a su familia. Probablemente conozcas la historia de cómo a Eguchi-san se le ocurrió la idea del juego cuando tuvo que mudarse a un sitio nuevo y empezó a sentirse completamente solo y desconectado de todo y de todos. Pues bien, con el tiempo Eguchi-san llegó a casarse y a tener hijos, pero debido a su estresante trabajo, el cual le ocupa muchas más horas de las que debería, siempre llegaba a casa cuando todos se habían acostado. Para poder sentirse cerca de su familia, estos tenían un trato: los niños y su mujer jugarían a Animal Crossing por el día y él continuaría la partida por la noche. De esta forma, sentiría que estaban conectados de alguna forma, que tendrían un propósito en común. Y, cómo no, ese pensamiento le reconfortaba.
Es increíble cómo los japoneses han llegado a interiorizar los videojuegos como nuevas formas de expresión y como un medio para poder compartir sentimientos con sus seres más allegados. De nuevo, Eguchi-san encontraba consuelo en la saga Animal Crossing que con tanto esfuerzo había creado. Aunque Nintendo, de paso, decidiese aprovechar para vender unas cuantas consolas más.