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Polémicas entre videojuegos II: Epic Games

Exclusividades poco éticas, demandas y declaraciones negativas
Por Brenda Giacconi

Siguiendo la línea de la popular batalla entre Apple y Epic Games, pasemos a desmenuzar las decisiones y declaraciones que han llevado a esta segunda compañía a tener protagonismo en más de una disyuntiva. Fundada en 1991, pero reconocida mundialmente tras el éxito de Fortnite entre los jugadores más jóvenes, su reciente fama se ha visto entrelazada entre polémicas y demandas. Y, aunque el desenlace de dicha controversia todavía es incierto, podemos estar seguros de que Epic Games no se alejará mucho del foco de los problemas.

 

Ya hemos hablado de la tensa relación de Apple con los videojuegos y su posible desarrollo con los mismos, pero Epic Games también tiene mucho que contar. Porque el equipo de Tim Sweeney sabe cómo llamar la atención. Hay veces que han utilizado este atributo para crear curiosidad, como sucedió cuando el mundo de Fortnite fue absorbido por un agujero negro para dar paso al Capítulo 2. No obstante, también han atraído miradas por las múltiples problemáticas en las que se ha visto envuelta tanto en su tienda Epic Games Store como en su juego estrella.

 

Epic Games Store

 

Exclusividades forzadas

 

Bien es sabido que los fenómenos masivos en el sector de los videojuegos cosechan elevadas sumas de dinero. Y todo lo generado por Fortnite se ha invertido en dar un golpe sobre la mesa en la que están sentadas las plataformas de distribución digital más famosas. Epic Games Store había llegado, y quería hacerse notar.

 

Y una de sus primeras estrategias de cara a conseguir títulos importantes, una decisión considerada como competencia desleal por muchos, impactó de lleno al gigante del sector. La exclusividad de Metro Exodus, inicialmente pensado para lanzarse en Steam, fue robada por Epic Games a unas pocas semanas antes del estreno. Dicha usurpación generó una visibilidad muy negativa para la entrega en cuestión, pero tras su lanzamiento en Steam (un año después) las ventas fueron muy positivas.

 

Metro Exodus

 

No obstante, y a pesar de todas las quejas y abucheos a la actitud de Epic Games y los desarrolladores de Metro Exodus, la compañía volvió a la carga con otra polémica parecida. Se hicieron con la exclusividad de Borderlands 3, esta vez sin robar a nadie, pero a sabiendas de que el resto de entregas se encontraban disponibles en la tienda de Steam. Esto enfadó a la comunidad, ya de por sí molesta con la empresa, por no poder disfrutar de toda la saga en una misma plataforma.

 

Para desgracia de aquellos que todavía confían en que Epic siga una línea más amable con la competencia, se evidencia todo lo contrario a través de las declaraciones de su CEO y fundador, Tim Sweeney. Ante esta negativa a un cambio de estrategia, todo apunta a que Epic Games dejará huella en el mercado con la forma de su talonario, pagando millones por exclusivas y, si es necesario, robando títulos a su competencia.

 

Fortnite

 

Fortnite como epicentro de las demandas

 

Queda claro que Fortnite es el motor que mueve, de momento, todos los engranajes que forman la Epic Games Store por la cantidad de dinero que genera. Por lo tanto, era previsible que aparecieran actores que miraran con lupa cada elemento de este éxito y crearan campañas difamatorias y demandas por copyright.

 

Posiblemente, la disyuntiva más famosa a la que se ha enfrentado Epic Games, aparte de su reciente pelea con Apple, es la iniciada por Alfonso Ribeiro, mejor conocido como Carlton Banks en El Príncipe de Bel Air. Su baile característico fue implantado en el juego sin pagar los derechos correspondientes, lo que generó una pequeña oleada de artistas que también querían demandar por bailes propios.

 

Ninguna de estas demandas perjudicó a la compañía de videojuegos, pues el baile de Carlton no se consideraba más que un movimiento muy sencillo de libre expresión, y el resto de artistas no habían registrado sus pasos en la Oficina del Copyright de Estados Unidos. Sin embargo, si estas últimas coreografías consiguen convertirse en oficiales, es muy probable que la demanda vuelva a reanudarse, creando futuros problemas para Epic Games.

 

Y los bailes no son los únicos zarandeados, ya que, en medio de su diatriba contra Apple, ha surgido una nueva demanda por parte de un museo de Florida. Una de las nuevas zonas de Fortnite, que corresponde a un ambiente acuático que incluye un castillo llamado Coral Castle, comparte demasiadas características con el Coral Castle real, construido entre 1923 y 1951 y ubicado en el estado mencionado. O eso dicen, pues hay pocas similitudes arquitectónicas más allá de la estructura de castillo y la fabricación con piedra. Sea como sea, es un escollo más en el camino que llega en el peor momento para Epic Games. Un momento que, sin embargo, se veía venir.

 

Coral Castle en Fortnite

 

Declaraciones contundentes

 

Todos nos sorprendíamos, inicialmente, de la decisión de la empresa de videojuegos para desafiar al gigante tecnológico. Pero el odio de Tim Sweeney por las grandes compañías tecnológicas del momento no son un secreto, ya que hace unos meses manifestó animadversión hacia algunas de ellas.

 

En febrero de este año reclamó una industria más abierta, alegando que “Android es un sistema operativo abierto falso, y iOS es aún peor”, llegando a quejarse de las prácticas monopolísticas de Google y Apple. Y sus pensamientos van más allá, pues en 2016 afirmó que Windows 10 intentaba destruir a Steam, generando una respuesta de Microsoft ante la polémica.

 

Vídeo 1984 Fornite

 

Es evidente que Epic Games ha llegado para hacerse notar. Ha realizado pasos importantes para el sector como las becas Epic MegaGrants, la baja comisión del 12% por la publicación de juegos en su catálogo o el pago del 5% de Unreal Engine 5 solamente si el título superaba el millón de copias vendidas. Pero también ha ocupado titulares a base de polémicas y luchas entre empresas.

 

Siempre se ha reafirmado como una plataforma que ofrece mejores opciones, tanto a usuarios como a desarrolladores, a partir de los ingresos que consigue a través de Fortnite. Pero sus inicios con la Epic Games Store han sido tan contundentes y, en algunos casos, poco éticos, que parte de la comunidad se niega a tenerla como una de sus plataformas de distribución de videojuegos de cabecera. Sólo el tiempo dirá si las estrategias de Epic Games son las adecuadas para la industria, y si se ganará el favor del consumidor final. De momento, entre demandas y exclusividades millonarias, no hay duda de que está en boca de todos.


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