Pokémon MMORPG: enésima reflexión

El productor de la serie Pokémon, Junichi Masuda, ha sido entrevistado por Gamasutra y ha abarcado el que, desde mi punto de vista, es uno de los puntos más importantes y menos explotados de la franquicia: ¿por qué no llevar Pokémon al MMORPG? Según palabras del japonés, la cuestión del asunto reside en la “comunicación entre personas: aunque es estupendo poder hablar a distancia con nuestros teléfonos móviles, a todos nos encantaría poder hablar en vivo con esa persona (…) disfrutamos más con el contacto humano, y creo que el éxito está en poder juntar ambas cosas a la vez”. De hecho, Masuda cree que el no haber saltado a un paso en línea más ambicioso reside en la propia identidad de la serie Pokémon, que “nació bajo esa concepción de comunicación y de intercambio”.

¿Soy el único que piensa en las posibilidades de un Pokémon MMORPG? Imaginad un mundo virtual abierto, caminando por frondosos bosques buscando monstruos de bolsillo, o usar a nuestro random PKMN agua para surcar un mar inacabable. Supón un campeonato mundial on-line en el que todos los jugadores están invitados y con una ronda final en vivo en algún punto real del mundo, llevando nuestro equipo de criaturas en una cómoda tarjeta SD. Imaginad ampliaciones, con criaturas de otros juegos y personajes rescatados de otros títulos. Centros Pokémon repletos de jugadores charlando, compartiendo, luchando y cambiando sus bichos. Safaris tan grandes como un continente. Diablos, ¿por qué no? Pero es que la serie, más allá de sus encarnaciones portátiles desde el ya lejano Pocket Monster Red y Green ha sido surrealistamente tímida con proyectos más grandes.

Pokémon Stadium, su segunda parte y Colosseum han sido los tres juegos más grandes en consola de sobremesa desde su nacimiento en 1996. Los dos primeros no eran más que un contenedor de los juegos de Game Boy para poder jugar en pantalla grande con un apartado técnico (en su época) de auténtico lujo; el segundo fue una atroz decepción para todos los jugadores de todo el globo. Dejando de lado esos ejercicios, ¿qué nos queda? Surrealistas intentos de charla con Pikachu en Nintendo 64 y mini-juegos dedicados para los pequeños de la casa... y Pokémon Snap, el juego de hacer fotos que amé en su momento y nadie me comprendió. Ahora hablando en serio: a cuatro años vista de cumplir su vigésimo aniversario, ¿no va siendo hora de embarcarse en algo gordo, grande y sorprendente?

Lo que Nintendo no parece saber (que seguro lo sabe, pero se hace la sueca) es que si ellos no lo hacen, los usuarios se montan sus películas on-line. Hay docenas de portales dedicados a Pokémon on-line, tanto legales como... menos legales. Los legales montan sus ligas y campeonatos con sus juegos originales, los sospechosos usan sus emuladores y juegos antiguos para montarse sus universos, ¿pero qué culpa tienen ellos? Si Nintendo no da respuesta a sus deseos, ellos se montan sus respuestas, no es extraño. La cosa no queda ahí, ya que también hay un mundo Pokémon alejado del propio universo de sus juegos originales o emulados: hay muchos ejemplos de juegos web en los que se nos permite coleccionar y administrar nuestra propia colección, intercambiar y hacerlos crecer. Lo que digo: existen ganas de posibilidades on-line reales para Pokémon, pero Nintendo y la Pokémon Company hacen oídos sordos.

Soy un romántico: creo que ambas compañías estarán muy atentas a lo que Dragon Quest X ofrece a los usuarios de Wii en Japón y a partir de ahí actuarán. El 20º aniversario de la franquicia es una muy buena fecha para dar un salto valiente hacia el futuro – o presente – del juego contemporáneo. Pocas franquicias pueden prestarse tanto a adoptar ese formato, y mientras la Pokémon Company no se atreva a encararlo valientemente, creo sinceramente, que están tirando y perdiendo dinero. Con juego e intercambio on-line en sus juegos de Nintendo DS no vale: queremos algo valiente y loco, y ellos sí pueden permitírselo.

ACTUALIZACIÓN: Victor Junquera me pasa lo siguiente y aporta un nuevo dato para la reflexión. Las barreras puestas por Nintendo y PKMN Company no parecen suficientes para frenar los deseos de la increíble y grande comunidad que existe en todo el mundo.