Pokémon Go y el Articuno de la discordia
Desde hace unos días, las redes se inundaron de un más que jugoso rumor: la posible llegada de los pájaros legendarios (Articuno, Zapdos y Moltres) al nuevo ojito derecho de Nintendo, Pokémon GO. O Pokémon Go, cada uno al final lo escribe como quiere. A mí, mientras le pongáis la tilde, me vale. Dicho rumor nos llega porque han sido varios los usuarios del juego de realidad aumentada que han subido una captura mostrando a los legendarios. El primero de todos fue Articuno, que apareció en un gimnasio de Ohio, y cuyo dueño aseguró, según el rumor, que fue la propia Niantic la que se lo regaló.
Lo que no era más que un rumor, al final, resultó ser cierto. El problema es que no se trataba de un regalo por parte de la compañía o de Nintendo por algún tipo de evento, sino que por culpa de un bug, los pájaros legendarios habían aparecido antes de tiempo. Sabemos que este tipo de error ocurre en muchos, muchísimos juegos, y Pokémon es el amo y señor de las criaturas que salen cuando y donde no deben, ¿verdad, MisingNo? La complicación añadida a Go es, básicamente, que si un error sale de los servidores privados/de prueba/lo que sea que usen para implementar cambios y llegue a verse en los servidores oficiales, no hay vuelta atrás. O eso pienso yo.
Ésta es la situación en la cual nos encontramos ahora: Niantic ha respondido a la misteriosa aparición de Articuno en Ohio afirmando que todo ha sido un error por su parte, y que el Pokémon ya ha sido eliminado de las cuentas de aquellos que consiguieron capturarlo. La compañía ha agradecido la ayuda de la comunidad a la hora de localizar a estos Pokémon que se han escapado y han procedido a “devolverlos a casa con seguridad”. Hasta ahí, todo bien, ¿verdad? Pero... ¿es que nadie piensa en los entrenadores?
Yo me imagino que este error ocurre en, no sé, el Parque del Retiro, y más de doscientos niños rata consiguen capturar al Pokémon legendario. Luego, días más tarde, cuando se han hartado a fardar, lo han metido en gimnasios y se lo han enseñado hasta a sus padres – que no tienen mucha idea de lo que le está hablando el pobre niño, pero a ver si se pone a leer un libro de una vez –, cuando pasa todo eso, llega Niantic y les dice que no. No, mira, que no hay Articuno. Ni consola ni consolo, vamos.
Soy partidaria de que, cuando un error ocurre de esta manera, una vez se soluciona, no se debería perjudicar al jugador. ¿Qué hacemos, entonces? Suena un poco injusto para aquellos que están lejos de la zona afectada o, incluso, para los que estando en Ohio no hayan podido tener su oportunidad, pero considero que lo justo es no retirar a Articuno a aquellos usuarios que lo han capturado. Bien bajarles los puntos de combate, bien dejarlo como mero trofeo sin opciones para combatir; pero no retirarlo.
La cosa sería diferente si, en lugar de deberse a un error de Niantic, la aparición del pájaro legendario se debiera a un hackeo de los servidores. En esa situación, sí sería más que comprensible que el estudio retirase cualquier Pokémon “misterioso” aparecido de la nada. Sin embargo, no ha sido así, y lo que tenemos aquí es un fallo de la compañía que bien puede ganarse las quejas de los jugadores. O no. Depende también de la edad de los afectados. Si todos tienen más de veinte años, puedo entender que su madurez les llevará a decir: Bueno, pues ya lo capturaré cuando toque. Pero, si son menores, sobre todo niños que igual juegan con sus padres, con la ilusión de haber conseguido a Articuno, haber gastado Pokéballs, bayas, y habiendo ganado experiencia, todo queda un poco feo.
Si pudiera mediar en estas cosas, mi solución es la que he mencionado antes: lo ideal hubiera sido dejar que Articuno se quedase con su Entrenador Pokémon, pero “nerfeándolo” para quedase, simplemente, como un dulce recuerdo del bug. Si es que soy una romántica.
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