Pokémon GO. ¿Y después de la 3ª generación, qué?
Hay que reconocer que el segundo año de Pokémon GO está siendo bastante más movidito. Tras el aterrizaje de la segunda generación recibimos las incursiones, la reimaginación de los gimnasios, la llegada de las misiones diarias y semanales y, finalmente, los eventos para capturar a los Pokémon legendarios. Las actualizaciones han sido, cuanto menos, periódicas.
Pero también han cumplido un guión previsible, y es por eso que el anuncio de la llegada de los primeros pokémon de la 3ª generación con la celebración de Halloween no pilla a nadie por sorpresa. Misdreavus, Gengar, Sableye y Duskull serán los primeros de la tercera oleada que se dejarán caer por la aplicación de Niantic, puede que como reclamo temporal o como anticipo de un nuevo gran parche de contenido. Sea como sea, son una muestra más de que la aplicación lleva meses con el piloto automático.
Pokémon GO ha pasado a entenderse como una Pokédex en crecimiento que seguirá el orden expansivo de la franquicia y sus generaciones (Game Boy, Game Boy Advance, Nintendo DS y Nintendo 3DS), y los aspectos que la hacían única se han dejado de lado. Tras su lanzamiento el sistema de capturas y de crecimiento es prácticamente el mismo, y la eterna promesa de la llegada del PvP se antoja cada vez más lejana. En términos prácticos, nuestro protagonista amplía su contenido pero no su propuesta.
De ahí mi pregunta. ¿Qué esperamos tras la llegada de la tercera generación? Siguiendo el guion previsible y apostando por las versones Alpha y Omega de Zafiro y Rubí para 3DS, será cuestión de tiempo que Groudon y Kyogre protagonicen un evento, para luego ir seguidos de Latios, Latias y el trío de las fuerzas de la naturaleza (Landorus, Tornadus y Thundurus). Esto haría que solo los jugadores más completistas sigan jugando a Pokémon GO, quizás solo ellos. La cuestión es qué porcentaje de los mencionados corresponde a los 60 millones de usuarios mensuales que registra la aplicación (basándonos en cifras de junio de este año) y si estos querrán algo nuevo o se conformarán con el pan de cada mes. No hay que olvidar que muchos ya se quejaron de lo repetitivas que fueron las incursiones para capturar a Articuno, Zapdos y Moltres.
Nadie podrá quitarle a Niantic el mérito de haber conseguido 1.2 billones de beneficios y seguir siendo una aplicación exitosa después de haberse esfumado de los titulares, pero también hay que asumir que se le empiezan a ver las orejas al lobo y que la fórmula de Pokémon GO será, si no caduca, como mínimo repetitiva a largo plazo. Ojalá me equivoque. Aunque estoy bastante seguro que va a hacer falta algo más que un centenar de nuevos pokémon y las mismas actividades para capturar a los más exclusivos para aguantar el tipo en 2018.
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