¿Podrá ser Fallout 4 VR la íncreible experiencia de VR que pretende?

Está claro que lo que todos queremos de la VR es poder caminar por mundos maravillosos con las gafas puestas, sintiendo que pertenecemos a él y pudiendo interactuar con la misma fluidez, energía y accesibilidad que si estuviéramos jugando a un videojuego normal. Tras la primera oleada de videojuegos que han aprovechado esta tecnología hemos visto distintas maneras de afrontar este deseo.

 

Algunos como Robinson The Journey reducen al mínimo una experiencia convencional para adaptarla a las limitaciones de estos artefectos virtuales. REZ Infinite usa la VR para acentuar lo que ofrece con una nueva capa de inmersión, y luego está Resident Evil 7, capaz de ofrecer una experiencia de juego sólida en VR sacrificando solo lo justo: interacción contra enemigos y verticalidad.

 

Con esos antecedentes, Pete Hines insiste y nos anima a esperar con muchas ganas Fallout 4 VR, una modalidad jugable del título que se podrá ver en el E3 2017 y que él mismo promete que será impresionante. Lo cierto es que, a priori, pocos juegos se me antojan tan interesantes para ser disfrutados con esta tecnología que Fallout 4, pero hay que ser cautos. ¿Por qué funcionó correctamente el juego de Capcom? Porque desde cero se ha diseñado con las VR en mente. La manera de moverse los enemigos, la limitación de sus acciones e incluso la separación de las estancias funcionaban bien con Playstation VR.

 

 

Esta tecnología necesita pausas entre movimientos, un plus más de tiempo de decisión antes de hacer algo y limitar mucho el backtracking, porque darse la vuelta y explorar algo ya visto no tiene demasiado sentido con ellas puestas al perderse el efecto sorpresa de la primera vez.

 

Sinceramente, creo que Pete Hines es consciente de esto. Su equipo lleva ya mucho tiempo dedicado al juego que mejor ha vendido de Bethesda y asegura que el resultado será espectacular. Un ejemplo de sensatez es que hace nueve meses ya se aseguró que existiría una opción para teletransportarnos entre espacios, de ese modo nos ahorramos paseos innecesarios, menos mareos y pudiéndose diseñar momentos de pausa a través de los puntos de guardado. También sabemos que el V.A.T.S. está reajustándose para esta nueva experiencia, pero eso no basta. Toca un rediseño de las acciones de los enemigos, del ritmo de nuestra carrera e incluso de las distancias a recorrer.

 

Sinceramente, tengo muchas ganas de añadir el resultado de los trabajos de Bethesda con Fallout 4 VR al inventario de experiencias de realidad virtual antes citadas. Ojalá este sea el ejemplo de trasladar algo a VR con acierto.

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