Plus Vs. Gold ¿Perdiendo fuelle?
Ya estamos en julio y las dueñas de las dos next gen en liza han mostrado sus jugadas maestras para este mes. Microsoft sale al paso con un sólo título para su One, y para colmo uno que visitó hace meses el Plus. Sony sube la apuesta con tres para su PS4, pero a pesar de Strider el público sigue esperando que dé más de sí.
Estaba cantado
Aún a riesgo de parecerme al colega Yrion y su cruzada equizofrénica contra los Nintendos satánicos, últimamente estoy de un vidente que doy miedo. Sin duda mis poderes de pronosticación aumentan al mismo ritmo que mi perímetro barriguero-cervecil, pero tonterías a un lado, me encanta ver cómo lo que en su momento llamé guerra de suscripciones está desarrollándose tal y como predije. Eh... ¿Mwahahaha?
El 21 de mayo, con el anuncio de que en junio se destapaban al fin los juegos para Xbox One con dos lanzamientos para la nueva generación de Microsoft, muchos nos vimos venir el percal: 'Tengo la absoluta convicción de que ese bulto que marca nuestro amigo Live bajo el pantalón va a durar el efímero tiempo que se tarda en llegar a una habitación de hotel y descubrir que es un calcetín enrollado', escribí, referiéndome a que esos dos títulos de junio no iban a repetirse en julio. La maniobra lógica iba a ser que Sony subiera la puja con dos títulos mensuales para PS4, y que Micro se viera obligada a hacer... Algo.
Pero no ha hecho Nada
Dos buenos juegos para One, sí, pero sólo como oferta de lanzamiento de junio. Para julio, Microsoft se retira del campo de batalla con un triste Guacamelee que ya vio la luz en Plus el año pasado, y hace mutis por el foro con esa actitud derrotista que lleva por bandera desde que Phil Spencer se convirtió en Califa en vez del Califa.
Microsoft en julio se salda pues con el lanzamiento de Guacamelee mogollón-de-palabras-más-para-que-se vea-que-es-next-gen para One y dos ligeritas para 360. Gotham City Impostors, un FPS on line 'ambientado' -ejem, ejem- en el universo de Batman de lucha por equipos que parece más la demo de un modo de juego que un título de por sí, y el indie raruno de turno: Battleblock Theater, un enfrentamiento con malvados gatos tecnológicos que es, tócate las narices, lo más interesante del mes a no ser que aún no conozcas Guacamelee.
Sony, por su parte, se saca un full de la manga y salda el mes con dos títulos para PS4: el remake de Strider, que es una buena opción para los que aún no se han hecho con él y el 'indie pixel art adictivo que no tocaremos ni con un palo tras probarlo' de turno: TowerFall Ascension. A estos dos títulos se les añade uno por la magia del CrossBuy: Doki Doki Universe, una japonesada que lleva la máxima del Cnosce te Ipsum -conócete a ti mismo- al universo estrambótico de los dibujitos tipo Mr. Wonderfull. Un título raro que, al menos, vale para echar el rato con las chorradas de los tests que buscan que aprendamos a saber cómo somos mientras buscamos una personalidad para nuestro robot. Ps3 recibe su indie chachi, Vessel, y el triple A de turno, en esta ocasión Dead Space 3, y PS Vita acoge al mencionado Doki Doki y su 'juego gordo', Lego El Hobbit.
Resumiendo, el mes pasado Micro supo sacar músculo y hacer sudar a Sony, pero en apenas treinta días los esteroides han perdido su magia y las cosas vuelven a lo que se han convertido su cauce normal desde hace unos meses. Y esto no es bueno. En junio me emocioné. Quería guerra de compañías y parecía que la cosa estaba en marcha, con un junio de Live que no estaba nada mal y por fin pintaba una sonrisa en los poseedores de Xbox One. Ahora llega julio y las promesas se desvanecen, salimos al paso con tres títulos cutres y pensamos que con la supresión de Kinect del pack ya tenemos más que de sobra.
Hay que apretar más
Hablaba al principio de la actitud derrotista de Microsoft desde que Spencer está al mando, y es que me da la impresión de que los de Redmond se han rendido hace ya mucho. Da la impresión de que la división XBox se contenta a día de hoy con cerrarle la boca al señor Gates cada vez que quiere vender y haciendo promos de lanzamientos tan ineficaces como efímeras. Es como si se contentaran con el público fiel, los despistados y los de toda la vida. Y así no se lanza un producto de tanta calidad como Xbox One.
El problema es que si Micro se relaja, la única justificación que tiene Sony para continuar ofreciendo contenidos de calidad es la de tener contentos a sus clientes, y entre nosotros, eso sólo pasa en el mundo de las gominolas. Que sí, que sacarán Drive Club y permitirán que lo upgradeemos y nos borremos del Plus sin perder el juego. Y sí, mantienen la promesa de sus títulos con algunas buenas ideas, pero la pregunta es ¿Cuánto durará esto sin una competencia que les ponga las pilas?
Estoy viendo el futuro del año que viene, puede que a principios del siguiente. Por raro que os parezca, me atrevería a decir que Nintendo va a recuperar su puesto como competencia en sobremesa. Cosas más raras se han visto...
¡Nos leemos!
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