PlayStation 2: cuando una consola muere
Con los datos en la mano, es fácil saber el momento en el que nace una consola. Claro está que existe un proceso de creación, que va desde que se gestan las primeras ideas hasta el momento en el que la máquina sale a la venta. Ese día, el primer día en el que el hardware llega a las tiendas para ponerse a disposición del cliente, es aquel que suele ser considerado el día de nacimiento de una videoconsola. PlayStation 2 se puso a la venta un 4 de marzo del año 2000, una fecha a todas luces histórica dentro de lo que es la ya dilatada historia de los videojuegos.
Ahora bien... ¿cuándo muere un sistema? ¿Cuándo podemos dar por terminada la vida de una videoconsola? Es un dato difícil de reseñar, máxime cuando en la actualidad existen comunidades que se empeñan en mantener con vida plataformas tan dispares como Spectrum, Amiga o la mismísima Dreamcast. No obstante, parece que resulta determinante en este sentido señalar como fecha de 'defunción' aquella en la que la compañía responsable de la máquina da por finalizada su producción. Este hecho conlleva muchas cosas, abarcando múltiples sentidos a nivel de empresa, comercios, etc. Sin embargo, más contundente a nivel emocional es el shock que ocasiona un momento así en aquellos que aman este mundillo, y más si somos fans del aparato en cuestión.
PlayStation 2 ha dejado de fabricarse. Sony se ha pronunciado en la red social Twitter, anunciando que no va a fabricar más PS2, dejando así un legado de más de 154 millones de videoconsolas en todo el mundo. Así, y muy poco después de que hicieran acto de aparición los que por el momento son los dos últimos grandes juegos en salir para esta máquina -FIFA 13 y Pro Evolution Soccer 2013-, la archiconocida y querida por todos PlayStation 2 dice adiós a su vida comercial.
Con una trayectoria como la que ha tenido esta maravillosa consola, cualquier homenaje se quedaría pequeño. Pero no me gustaría dejar de mencionar algunas de las glorias que esta máquina supo dar a los amantes del ocio electrónico. Para empezar, no cabe ninguna duda de que PlayStation 2 tuvo una importancia fundamental a la hora de que el DVD se implantara en todos los hogares, justo cuando antes era un formato de vídeo solo apto para bolsillos pudientes. De igual manera, el estandarizar el DVD como soporte para los videojuegos contribuyó a que estos se hicieran mucho más grandes en todos los sentidos.
El 'emotion engine' fue el culpable de que, primero, nos ilusionáramos con una serie de características que, como siempre, se quedaron en agua de borrajas. Pero con la máquina en la mano, y después de una remesa de lanzamientos decepcionante, comenzaron a llegar nombres que pasarían a la historia de los juegos videográficos a base de maravillar al personal. Zone of the Enders, Devil May Cry y Metal Gear Solid 2 enseñó la fuerza de un hardware que no terminaba de desprenderse de la Dreamcast de Sega (títulos como Eternal Ring, Kessen o Ridge Racer V decían más bien poco de la máquina), asombrando a propios y extraños en base a unas capacidades técnicas alucinantes que, todo hay que decirlo, solía ir acompañada de una narrativa a la altura de las circunstancias.
Ese fue el comienzo. En su vida, PlayStation 2 sabría recompensar a aquellos que depositaron su confianza en la 128 bits de Sony con innumerables propuestas que pasarían por ser auténticos incunables del software lúdico. ICO y Shadow of the Colossus, sus entregas de Gran Turismo, los Grand Theft Auto, God of War, el maravilloso Silent Hill 2, los Onimusha, Gradius V, Kingdom Hearts, aquel Medal of Honor Allied Assault, Final Fantasy X, los Singstar... Es que ha sido un catálogo tan, tan inmenso, tan repleto de genialidades que, comparándolo con el de otras plataformas, es complicado llegar a atisbar siquiera la magnitud del significado de PlayStation 2 en la industria del videojuego.
El rey ha muerto... ¡larga vida al rey!
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