Platinum Demo no es una demo de Final Fantasy XV
Platinum Demo es algo más que una demo, como decía Rafa, es una muestra de las cosas bien hecha, pero no es solo eso. Entre esta y el Episodio Duscae, se demuestra cómo las desarrolladoras que paren AAA se fijan en el desarrollo indie, y ya no solo en sus maneras narrativas o los conceptos jugables que plantean, sino también en su espíritu de ser experiencias.
¿Y qué es una experiencia? Con esta palabra no me refiero a eso que se dice a veces de juegos que, como tienen una jugabilidad limitada, uno sabe cómo llamarlos, sino a los títulos que, con solo un par de horas son capaces de ofrecer unas sensaciones potentísimas a los mandos. Digo experiencias porque más que querer retratar una aventura gigantesca en cuanto a proporciones de tiempo de juego o escala de sucesos, solo quieren reflejar un sencillo momento. Hablo, por supuesto, de videojuegos como Papers, Please, Gone Home o Undertale.
Estos videojuegos juegan con el poco tiempo de juego que ofrecen a su favor, no se repiten situaciones, o sí pero a propósito, cada elemento de juego está perfectamente puesto en su sitio y se construye una historia que por su brevedad se vuelve intensa, una bofetada inolvidable en el cerebro. Platinum Demo exprime esa manera de entender la producción de un videojuego, y lo hace muy bien, no tan bien como los ejemplos citados pero sus intenciones son esas.
Final Fantasy XV es un videojuego que parte con un estado inicial de su narración complejo: un padre que fue rey desaparece, un hijo que es príncipe tiene que aceptar su puesto, el mundo está en guerra… es un marco perfecto para construir historias paralelas que suceden antes incluso de que se inicie el videojuego. Final Fantasy VI y Final Fantasy IX ya jugaron a esto. En ambos títulos sus personajes tenían vivencias particulares que jugábamos mientras las aventuras principales se desarrollaban. Platinum Demo hace algo muy parecido apoyándose en lo que hablaba de los indies: coge esas historias, apartalas de la trama principal y conviértelas en una experiencia aparte.
Eso es Platinum Demo. Personalmente, me encanta, aunque tiene un problema: que se le llame demo. He leído tweets y artículos dudando de la calidad de la misma, y es que como demostración del juego que se nos avecina no es tan representativo como debería, es más esa experiencia autónoma e independiente que describo. Episodio Duscae recoge parte de esa necesidad de construir una experiencia plena, pero por lo que muestra en el plano jugable sí es más demo.
La conclusión de este artículo es que Platinum Demo ha trascendido el propio concepto de demo, tendría que llamarse Platimun Experience, porque como P.T., son mucho más que la mera demostración de algo.
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