Pincel, lápiz y carboncillo vuelven a 3DS

Gracias a Nintendo y sus juegos de la serie Touch Generations se renovó el concepto de juego educativo, centrándose en un público más adulto. Eran juegos que daban resultados basándose en las estadísticas reales que se extraían de nuestra actividad y que se comparaban con otros de referencia para comunicarnos la edad mental en la que se englobaban nuestros resultados, como en el caso de Brain Training. Estos juegos decían lograr una evolución real a raíz de una serie de ejercicios científicamente probados. El tiempo ha demostrado que la única evolución mental, ocular o del ámbito que englobara el juego en cuestión, residía en que la simple repetición suponía que domináramos cada uno de los ejercicios. Pero esos ejercicios no podían extrapolarse al mundo real.

De la última remesa de juegos que salieron en ese contexto, Art Academy se centraba en otro concepto. No era un juego educativo, porque no enseñaba, básicamente, sino una herramienta de dibujo y pintura. Primero como título descargable y más tarde como juego físico, Art Academy fue un éxito de ventas.

Ahora es el momento de aprender. New Art Academy viene con un modo de lecciones para ello. Desde los aspectos más simples del dibujo, como puede ser aprender a usar los pinceles, a la mezcla de colores y la aplicación de capas, el juego se sirve de una serie de enseñanzas basadas en las primeras etapas del estudio de Bellas Artes como se plantea en la universidad. La diferencia con esa retahíla de títulos que prometían rejuvenecer la mente es que este título está ideado para ser un verdadero método de enseñanza útil y que puede servirnos como punto de partida para perderle el miedo al lienzo y los pinceles.

El título fue presentado la semana pasada de la mano de Alfonso Azpiri. Él mismo había probado el juego con calma los días anteriores al evento, y el punto de vista que puede aportar un artista de su calado es impagable. Lo interesante es que los profesionales también tienen en New Art Academy un sitio. De todos es sabido que los verdaderos creativos no pueden esperar a llegar a casa para plasmar las ideas que pueden surgir durante el día. La vida pasa por delante y en un abrir y cerrar de ojos las imágenes se difuminan y desaparecen. Lo normal es llevar un cuadernito y un lápiz para hacer un bosquejo rápido de la idea que salta sin aviso. Por ello, un juego de estas características puede servir para hacer ese apunte sobre la marcha y, lo que es mejor, hacerlo lo complejo que se quiera, puesto que el abanico de herramientas, colores, pinturas y texturas es mayor que en la anterior edición.

Paleta, lienzo, pincel. Un trampolín para dar rienda suelta a la imaginación, o, en muchos casos, para aprender a subirse al trampolín. Un servidor se replantea retomar el dibujo, más allá del arte de trazar penes —algo que todo hombre tiene la obligación de dibujar siempre que la ocasión lo requiera.