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¿Pero qué demonios pasa con Watch Dogs?

A ver si de una vez nos aclaramos
Por Rafa del Río

Watch Dogs se está ganando a pulso el título de juego polémico de 2014 por méritos más que propios. Y no, no es porque trate temas candentes, sea excesivamente violento ni muestre tetas hasta en el título. Ná, de hecho no hace nada de eso. El nuevo sand box de Ubi la está liando parda porque, al parecer, no hay forma de que prensa y usuarios se pongan de acuerdo sobre él. 

 

¿Una cuestión de estilo?

Hace mucho tuvimos un debate bastante chulo acerca de Thief, inFAMOUS Second Son y cómo sus experiencias pueden llegar a variar dependiendo de quién lo juega y, lo más importante, cómo lo haga. Parece que algo muy parecido está pasando con éste Watch Dogs. O eso, o a mí me han vendido un juego distinto en Amazon, que todo es posible. A pesar de haber tenido que soltar sesenta pavos por la criatura, a pesar de haber tenido que empezar de nuevo por culpa de un bug que me fastidió el grabado éste sábado... Lo estoy pasando brutal con el juego. 

 

No voy a entrar a valorar por qué me gusta y por qué considero que algunos compañeros podrían estar equivocados, ya que es una estupidez hablar de error en algo tan subjetivo como la valoración personal y, como dijo Dayo en su análisis, esto no va de comparar tamaños. Lo que sí me interesa es buscar el motivo de ésta falta de acuerdo en cuanto a la calidad del juego. Y me interesa no por un impulso académico ni por aportar mi granito de arena al mundo de la psicología de la industria. Ná. Me interesa porque soy un cotilla de narices, y supongo que en parte es por eso que me gusta Watch Dogs

 

Cosplay de Aiden y... 'no voy a spoilearos' en Piece-of-eden.com

 

Una cuestión de enfoque...

Creo, y esto lo digo avalado por el título en psicología y conducta social que no tengo, que el primer aspecto que influye en la diferencia de opinión es el enfoque con el que nos enfrentamos a Watch Dogs. Muchos redactores, incluso los que llevamos años en esto, somos, ante todo, gamers. Y como gamers tenemos nuestros géneros favoritos, nuestras filias y nuestras fobias. Dadme un sandbox, aunque sea malo, aunque sea Crack Down, y seré un tío feliz. Dadme un juego de futbol, aunque sea el mejor del mundo y diré que es un coñazo, que es difícil y que si no habéis tenido ya bastante con todos los malditos FIFAs que han salido al mercado. 

 

Pero no sólo de gustos va la cosa, también va de disponibilidad. Recuerdo haber pensado que Getaway era insufrible porque me hice con él a la vez que con GTA San Andreas y estaba deseando apurarlo para analizarlo antes de dedicarme por entero a la vida de CJ... Y para colmo Getaway lo recibí de la propia compañía, y eso, colegas, influye, y mucho.

 

Por decirlo claro, no es lo mismo gastarte sesenta pavos en un juego, que recibirlo por correo para analizarlo. En el primer caso te has dejado la cartera y vas a tratar de vivir el juego en profundidad, de sentirlo a todos los niveles y disfrutarlo como si fuera un amor de verano de esos que abandonan la costa cuando acaba el mes. En el segundo caso es algo que, simplemente está ahí, es un objeto de trabajo, un producto que apuras, sí, pero por encima, que te cabrea cuando tienes que tardar horas en rutinas que se te hacen pesadas y que no hace si no estorbar.

 

¿Exagero? Os pongo un ejemplo: el 'viaje digital' de Alone. Ayer estuve dos horas disfrutando como un enano de cómo se va complicando la cosa hasta llegar a los últimos niveles, en los que ocultarte es casi imposible y tienes que aprovechar el terreno y tramar tu estrategia en cada esquina para lograr desactivar todos los generadores. Ayer, como os digo, disfruté dos horas de la capacidad de inmersión de este modo de juego. Sin embargo, si hubiera tenido que analizar el título para escribir mi opinión completa en la red me habría parecido un coñazo frustrante, porque no habría podido seguir adelante durante dos horas y me habría cagado en todo lo visible y lo invisible.

 

Alone mola mucho, y en pantalla buena más.

 

Y es que somos humanos...

...O lo que es lo mismo: quien no esté de acuerdo comigo no tienen ni idea, y si no me enfado. Reducir un título como Watch Dogs a refrito de géneros dice muy opoco de minijuegos como los de RA, de la posibilidad de interactuar con el entorno para escaparnos o de todo ese rollo de cotillear a la gente y decidir si queremos robarle o, por el contrario, si su situación personal nos invita a dejar sus cuentas tranquilas. Y aquí entra el concepto del planteamiento en todo su esplendor. Planteamiento como jugador y cómo te enfrentas al juego, y planteamiento del producto a la hora de realizar el análisis.

 

Como jugador, me hace gracia cada vez que leo que Watch Dogs se limita a la venganza de un tío que mata a todo el que se le cruza. Llamadme blando, pero llevo doce horas jugando y sólo he apretado el gatillo en las partidas on line. Es más, aún no he matado a nadie en el off line, ni con explosivos, ni atropellándolo ni aprovechando el entorno. Con mi extensible, mi móvil, mis dotes de conductor avezado y mi sigilo me basta para seguir adelante, y estoy disfrutándolo como un enano. Si alguien toma el camino fácil y se dedica a matar a todo quisque, es su opción y su decisión, pero difícilmente se le puede achacar esa decisión al juego.

 

Algo parecido pasa con lo de robar a los peatones: Depende de ti si dejas que te influya la historia de cada uno o te limitas a hacer dinero rápido y que les den, pero una vez más, eres tú quién está escribiendo el guión de tu personaje y quien decide su moralidad. Una vez más, no vale echarle las culpas de ello a Ubisoft. 

 

Todo está conectado.

 

Por último está el planteamiento del juego como producto a analizar. Hablando en plata: si uno sólo de los minijuegos, Alone, por ejemplo, fuera un título indie de 20 pavos, habría quién aplaudiría con las orejas ante 'un planteamiento precoz que realiza una dura crítica a la intromisión de los realities en la sociedad actual y su repercusión en el desarrollo del ser humano como mero sexagesimal de porcentaje, víctima de un esclavismo basado en el share' o algo así. Se alabaría el glorioso motor de sigilo que mejora lo visto en The Last of Us, el fantástico juego de luces y la ciudad desierta, que pasaría a ser algo así como 'un claro reflejo del conflicto de la sociedad con su futuro post apocalíptico como ya pudimos leer en la novela corta de Richard Matheson, Soy Leyenda'.

 

Lamentablemente, Alone no es un juego indie sino que es tan sólo uno de los miles de extra que incluye un triple A, y eso automáticamente le condena al rincón del 'no aporta nada'. Y es que, para quien no lo sepa, ¡ha habido un downgrade gráfico en Watch Dogs! Y eso es lo realmente importante, aunque luego digamos que el aspecto gráfico es lo de menos y lo importante es innovar. Y es que, al parecer, no nos aclaramos ni un pijo. Os invito a que alguien me explique por qué Papers, Please es un prodigio de la crítica socio política al plantearte la vida de las personas en forma de pasaporte, y lo del móvil de Aiden es una pamplina que no vale para nada. 

 

Resumiendo...

Cada uno tiene su opinión, y eso es impepinable. Todo esto que está pasando ahora con Watch Dogs me recuerda a lo que pasó en su momento con los primeros GTA, el primer Saint's Row o el primer DmC. Dentro de unos años todos lo apoyaremos, se sacarán monográficos de la saga y de éste primer capítulo se dirá que fue 'un clasicazo'. ¿No os lo creéis? El tiempo dirá. Mientras, os dejo con una muestra de sabiduría popular en la boca del gran Luis Sánchez Pollack 'Tip': 'aunque sea fea la moa, si a ti te gusta, retoza'.

 

¡Nos leemos!


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