Paseando las miserias de Ground Zeroes
Con respecto a Metal Gear Solid V: Ground Zeroes, parece que todos estamos de acuerdo en un mismo punto: es un abuso. Lo peculiar es que Konami, en lugar de minimizar el impacto desde su gabinete de prensa, no haga más que acrecentar el malestar entre los jugadores comunicando nuevas idas y nuevas venidas a propósito de la duración de un juego que valdrá 30 euros en casi todas sus versiones. Nadie duda de Hideo Kojima y de su equipo, pero la actuación, acabe comprando o no el juego a título personal, no quitará que sea una decisión fuera de lugar.
La última noticia ha estado en las dos horas que durará Ground Zeroes. Permitidme la demagogia, pero pocos ocios valen 15 euros por hora. Ahí no queda el asunto: ¿Quién es el loco que se fía de las duraciones que dicen las empresas al respecto de sus juegos? Aunque comentan que esas dos horas no incluyen las misiones secundarias, en ningún caso sigue explicando o justificando lo que se avecina a propósito de una situación pocas veces vista en un juego o título de las presentes características.
Y el ejemplo favorito es el del Prologue de Gran Turismo, pero veo lagunas en la comparación: la categoría jugable de un juego de conducción y el reto intrínseco que hay en dicha competición no es un evento narrativo que puede sorprenderte una vez y en la siguiente sencillamente jugar a hacerlo mejor. A falta de saber qué pondrá Kojima y compañía en la presente obra para justificar el gasto, si es que existe alguna justificación, claro está, lo que sabemos es que el juego, si llega, estará en las dos horas de duración. Luego si te apetece hacerlo a nivel Big Boss o Gray Fox es cosa del jugador, pero la pureza de la primera partida será irrepetible.
Aunque muchos estemos locos por acceder al juego a pesar de lo que se está considerando como un atropello hacia el jugador, la medida no es nada popular, y comparándolo con Metal Gear Solid 2, no suena descabellado que hubiesen vendido el episodio del carguero por separado. La circunstancia, duración y separación con respecto al juego que será finalmente The Phantom Pain comparado con Sons of Liberty es similar. No fue el caso, obviamente, pero eso de pagar 30 euros de más por un juego sin demasiadas explicaciones al respecto no sienta bien, te llames como te llames.
Ya en su momento, Activision barajó la surrealista posibilidad de vender Call of Duty con un precio inflado sin motivo aparente, únicamente esgrimiendo que su éxito podía justificar tal decisión. La gente fue un clamor. Con el tema Kojima, sinceramente, parece que estamos permitiendo algo que si se le hubiese pasado por la cabeza a Capcom habríamos tomado las antorchas. En Konami tienen una papeleta curiosa, y viendo cómo está el patio con los juegos que lanzará en el presente año (sin tener en cuenta el segundo Castlevania, que parece fabuloso) se avecina un ejercicio digno de debate.
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