Parappa The Rapper vuelve con muy pocos cambios
El 26 de septiembre, tras un año luciendo palmito en Japón, el perro más rapero y enamorado del mundo llegaba a la primera Playstation bajo el pseudónimo de PaRappa The Rapper. En una época estupenda y maravillosa en la que la originalidad y la imaginación parecían dispuestas a crear cualquier cosa, Playstation seguía labrando el que sería un fantástico futuro para la marca y los jugadores con un título de rapeo que, a falta de micrófonos y demás inventos del mundo del mañana, nos invitaba a cantar y bailar a golpe de machaque de botones.
PaRappa the Rapper fue uno de esos títulos que hasta la fecha no habíamos ni soñado ver fuera de Japón, y hay que reconocer que ese perrillo callejero con una historia muy parecida a la del Carlitos de Snoopy consiguió cautivar al público con su voz dubitativa, su facilidad para aprender de sus propios errores y ese empeño en mejorar día a día y cumplir su sueño, enamorar a Sunny, la flor más bonita del pueblo... literalmente.
Kick, punch, it´s all in the mind
Dos décadas han pasado desde que NanaOn Cha sacara en Playstation el que fue uno de los estandartes de la primera consola de los de Sony, y ahora, tras lanzar la demo hace unos meses, PaRappa the Rapper vuelve a Playstation 4 bajo el nombre de PaRappa the Rapper Remastered, y un subtitulillo en la nueva portada, The Hiphop Hero, que nos demuestran que las cosas han cambiado, aunque poco.
Para los que no conozcáis el juego, PaRappa the Rapper nos cuenta la historia de PaRappa, un cachorro adolescente tirando a raperillo que está profundamente enamorado de una amiga, la flor Sunny. Llevado por su imaginación y su capacidad para creer en sí mismo vivirá diversas aventuras para mejorar con tareas tan diversas como aprender Kunf-Fu, trabajar en un mercadillo o aprender a cocinar. Con un leve enfoque al clásico Karate Kid interpretado por Ralph Macchio y el genial Pat Morita, el juego nos lleva por diversas secuencias animadas que nos cuentan la historia y que sirven de introducción a las fases de juego, en las que deberemos pulsar diversos botones y secuencias al ritmo que nos marca nuestro maestro.
As time goes by
Personajes muy divertidos aunque algo desfasados se dan la mano con una historia simpática y un mensaje muy positivo para los más jóvenes de la casa. Lamentablemente no todo funciona igual de bien: la remasterización no ha hecho hincapié en las animaciones de la historia, que cantan mucho comparadas con las fases de juego, que vienen en perfectas HD. Las canciones siguen siendo francamente geniales con mucho ritmo y letras simpatiquísimas, pero la captación de botones llega con retardo y sigue atorándose cuando hay que pulsar varios botones como pasaba en el original, lo que causa frustración en un juego cuya jugabilidad está muy desfasada.
Las cargas, el marco de las animaciones, el menú de opciones y el sistema de guardar partida huelen demasiado a viejo. Han sido portados tal cual, sin mejorar ni un poquito más allá de que ya no tenemos necesidad de introducir la tarjeta de memoria, y el resultado final es un poco raro, como si en Sony hubiesen empezado a trabajar en la remasterización y luergo alguien les hubiera dicho: 'no os esforcéis mucho que tampoco vamos a vender demasiados', y al final hubieran decidido dejar las cosas tal cual.
El resultado final es irregular. Por un lado tiene toda la magia de PaRappa the Rapper con su divertida historia, sus geniales personajes y sus fantásticas canciones. Una oda a la nostalgia que he disfrutado como un enano al volver a machacarme todas las canciones con una lagrimilla recordando mi primer año de facultad, jugando con los colegas y la que ahora es mi esposa. Por otro, sin embargo, ofrece una jugabilidad muy antigua que ya ha sido superada por los minijuegos de cantar y bailar de títulos como Sleeping Dogs y Yakuza, las animaciones de la historia marean mostrando efectos de escalado directo y fallos como el moiré o esa 'babilla' que se forma al subir los píxeles por pulgada de jpgs de baja calidad.
En definitiva, nos encontramos ante un juego de dos lecturas. Para quien lo disfrutara en su momento como lo que fue, todo un prodigio tecnológico con voces, historia y demás, volverá a bailar feliz con los pies al ritmo de sus pegadizas y estupendas canciones. Para el público actual, sin embargo, 15 parecen muchos euros para un título que se ha limitado a mejorar el aspecto de sus fases de juego.
¡Nos leemos!
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