Paragon y mi incomprensión del MOBA
Ya ha terminado mi semana de vacaciones, y junto a mi intoxicación de redes sociales y videojuegos venían unas altas dosis de síndrome de abstinencia de... eh... redes sociales y videojuegos. Ayer llegaba a casa y lo primero que hacía, visto que en Playstation Plus no han sabido conquistarme este mes -uno lo tenía y el otro me da pereza- era descargarme Paragon, la beta abierta a todos los que tienen Playstation Plus, y LEGO Star Wars El Despertar de La Fuerza, calentito y para análisis a principios de la semana que viene.
Paragon no ha sabido engancharme
Lo he intentado, en serio que lo he intentado. La autoría de los monstruos de Epic Games me ponían los dientes largos -por mucho que Cliff Bleszinski ya no esté en el equipo- y el rollo de pegarle al acceso anticipado de un juego que va a ser free to play cuando salga al mercado junto a tanto f2p que al final ha caido en las redes del precio por venta me tenía muy contento y con muchas ganas de jugar.
Lamentablemente -lamentablemente para mí, claro, imagino que afortunadamente para muchos de vosotros- Paragon es un MOBA, con todo lo bueno y todo lo malo que eso tiene a sus espaldas: miles de apartados y posibilidades, una agilidad en los preparativos que a muchos nos deja descuadrados, cientos de reglas que a los jugadores tradicionales se nos escapan y cuadritos, cuadritos y más cuadritos con tutoriales y consejos y cartas y habilidades y cosas que, a la hora de la verdad, no me merecen en absoluto la pena -a título personal- cuando lo que quiero es jugar y pasar un buen rato.
Paragon no me ha conquistado, pero ojo, sé que no es él y soy yo: la culpa no es del juego, que tiene pinta de ser realmente potente y tener todo lo necesario para conquistar a su público específico y, de paso, ganar nuevos adeptos parea la causa. La culpa es mía porque soy tan superficial que a día de hoy no me justifica empollarme tantas listas, elementos, pijaditas y cosas por un estilo de juego que no me llama demasiado, que veo un poco plano a nivel técnico y que me deja un poco igual por mucho que note que este Paragon es canelita fina y que tiene unos escenarios muy chulos y unos personajes bastante currados.
¿Se extrapola esto a otros géneros?
Lo pregunto porque, como digo, el otro juego que me he pillado, por motivos de trabajo -y de paternidad- es el último LEGO Star Wars, un estilo de juego al que me he terminado por aficionar gracias a las horas pasadas jugando a sus títulos junto a mi hija desde que nació y en el que aprecio mejoras consistentes a cada nuevo título que sale al mercado. La línea LEGO es una franquicia muy potente y sólida en el mercado del videojuego, pero, al igual que me pasa a mí con el MOBA clásico, suele ser mirada por encima del hombro por el jugador tradicional que busca otros elementos en los títulos que juegan.
LEGO tiene un público muy claro entre los niños que disfrutan de sus juguetes favoritos en la tele y los padres que introducimos a nuestros hijos en los videojuegos con la ayuda de títulos divertidos y amenos en los que no faltan los iconos de nuestra niñez o adolescencia: Indiana Jones, los superhéroes de Marvel y DC, El Señor de los Anillos y, por supuesto, Star Wars.
Algo muy parecido sucede con los MOBA, con Paragon en este caso, que tiene un público muy específico que se centra en este género y que incluso se dedica en exclusiva a un determinado título con afición profesional y competitiva, de escalar rangos, de acceder a nuevas tablas clasificatorias y de, con suerte, llegar a competir en ligas, ya sean grandes o pequeñas y hacerse un nombre en el mundillo generado por unos videojuegos que, para el resto de los jugadores, no deja de ser un entorno casi legendario.
Podeís llamarlo LEGO, MOBA o simuladores deportivos como FIFA, NBA 2KXX, F1 o whatever, a la hora de la verdad lo importante es que hay géneros y tipos de juegos que van mucho más allá de su propia naturaleza como producto y que para el profano resultarán poco asequibles mientras para el creyente son el mejor invento tras el helado en agosto. Es por eso que es bueno que la prensa esté especializada no sólo en videojuegos, sino también en géneros y estilos, y por eso que admiro a mi compañera Kysu, que se mueve en un mundo que para mí, como decía unas frases antes, es casi legendario.
¡Nos leemos!
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