Para lo que vas a decir, estás más guapo calladito

El gamer es flamer por naturaleza. Qué tipo de frase acabo de formular, yo también me lo pregunto. Es lo que tiene ir cogiendo palabras del inglés, que al final no sabes ni cómo decirlo en tu idioma. En resumidas cuentas, nos gusta meternos con los demás, con los de nuestro equipo si estamos perdiendo, y con el otro si le estamos ganando por paliza. Es algo que he aprendido en League of Legends: No importa cuán callado estés tú, que alguno se encargará de sacarte de tus casillas sea como sea.

 

Eso es algo que he vivido en muchísimos juegos, mientras que otros se han encargado de evitarlo a toda costa. Un caso muy curioso es el de World of Warcraft, donde no puedes comunicarte con el bando rival por una sencilla razón: No habláis el mismo idioma. Así, cuando escribes algo para que un jugador enemigo te lea, éste sólo verá un idioma extraño que no llega a comprender. Y te matará cruelmente, hala.

 

También de Blizzard ha sido la genial idea presentada en Hearthstone. En el juego de cartas de Warcraft, no nos podemos comunicar con el rival mediante la palabra escrita, sino que contamos con un total de seis mensajes prefabricados que nos bastan y nos sobran: El saludo, las gracias, la amenaza, el bien jugado, la disculpa y, por supuesto, el ¡Ay! Maldita Jaina, hasta su “Uy” parece ir en tu contra, cuando en realidad quiere decir que ha cometido un error.

 

 

Yo, particularmente, soy amiga de la comunicación entre dos bandos. Me gusta poder decirle al jugador contrario que ha hecho algo bien sorprendiéndome por la espalda, o que me acuerdo de toda su familia (en clave de humor, no soy la típica del OMG NOOB REPROT). No obstante, valoro y agradezco el no poder comunicarme en Hearthstone más allá de esos mensajes prefabricados. Blizzard ha sabido encontrar el equilibrio exacto entre poder hablarle al rival y no poder decir absolutamente nada. Algo que no puedo decir de otras compañías…

 

A Nintendo se la tengo jurada desde el día que me rompió el corazón acabando con la maravillosa idea de Correo Nintendo. La compañía nipona retiraba el poder enviar cartas desde la 3DS por una sencilla razón: No vaya a ser que nos dé por enviarnos nuestros números de teléfono… O PORNO. Sí, Nintendo es ese padre que no quiere que te drogues o que mantengas relaciones sexuales ni aunque tengas ya 24 años. Hay que decir que esta medida la adoptó tras un caso real, pero… ¿debería Facebook cerrar porque haya niñas de 13 años que son engañadas por tíos mayores de edad?

 

La cosa es seria, pero, no, Facebook no puede hacer nada al respecto, o al menos no puede llevar a cabo una medida definitiva. Si existes como red social, debes asumir las consecuencias. No es tu culpa que menores y, sobre todo, padres no sean capaces de controlar la situación. Pero volviendo a Nintendo, una de las cosas con las que no estoy nada de acuerdo es con la inexistente comunicación en los juegos porque “no vaya a ser que haya menores aquí y vas a decir algo mal sonante, y no quiero palabrotas, ni insinuaciones, ni que salgas así vestida a la calle”.

 

El caso concreto que me pilla cerca, muy cerca, es Splatoon. Todo se llena de tinta, la gente muere aplastada por un rodillo, el Supercalamar te destroza la existencia y encima tu equipo no ha sido capaz de pintar ni una puñetera pared. Y tú no puedes decir absolutamente nada. Puedes hacer una leve señal a un compañero, pero no puedes formar una estrategia con tus compañeros. Aquí es, precisamente, donde Splatoon flojea como deporte electrónico: Sin comunicación, estamos vendiditos, no podemos formar una verdadera alianza con nuestros compañeros, no hay organización…

 

… Sin embargo, Splatoon funciona. Sí, nadie dice a principio de partida “yo voy por aquí, tú por allí, centraos en atacar por este lado y en neutralizar al que lleva el rodillo”, pero cada arma y cada potenciador nos dice qué estrategia va a seguir cada uno de nuestros compañeros… y de nuestros rivales. Sí, no hay duda, los juegos pueden funcionar sin comunicación, lo que evita la actitud negativa de muchos flamers… Pero se queda algo cojo. Y más si tenemos en cuenta que nuestra consola tiene un micrófono muy bonito que podría usarse para… No sé, decirle cosas porno al compañero. Yo qué sé, Nintendo, deja de ser tan padre.  

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