1. Mundogamers
  2. Noticias

Panteón Marino devuelve la esencia a Bioshock

Soltando lastre
Por Rafa del Río

Cuando comentamos o incluso investigamos por la red acerca de Bioshock Infinite podemos encontrar opiniones muy dispares. Lo cierto es que es un juego en el que Irrational Games ha sabido dar esa vuelta de tuerca con la que la trama acaba estallando en nuestra cabeza y comenzamos a desarrollar teorías sobre qué es lo que el título esconde en realidad. De hecho, aquí en Mundogamers Alejandro Pascual nos dejó una buena parrafada sobre el tema que inundaba de misterio a Infinite.

 

Y de inundaciones va la cosa, porque la desarrolladora prepara el lanzamiento de su segundo DLC y, a modo de homenaje, nos lleva de nuevo a las profundidades de Rapture. Nuevamente encarnaremos a Booker y seremos acompañados por Elizabeth, pero esta vez algo crecidita. Si algo se ha criticado de Bioshock Infinite es el hecho de que la acción sobrepasa notoriamente a la narrativa. Entramos a Colombia y los hermanos nos embaucan con sus misteriosos comentarios. Entre tiro y tiro, se nos van desvelando pequeños detalles de qué es lo que realmente esta pasando. Tras todo llegamos al gran final que hizo que muchos olvidaran esas tonelada de plomo y muerte que vamos dejando a nuestro paso. 

 


Panteón marino es ese DLC para el fan de Bioshock. Volvemos a la ciudad submarina, totalmente reconstruida con un nuevo caso por resolver. Podríamos decir que Irrational Games ha devuelto a la franquicia a sus inicios. Dejemos de correr por escenarios disparando a masas de gente entre decorados iluminados y coloridos. Volvemos a entornos oscuros, destruidos y vacíos. Atrás queda la abundancia de munición y las hordas de enemigos. Volveremos a necesitar recorrer las estancias despacio, enfrentándonos a tres o cuatro Splicers, algún Big Daddy que serán un reto en si mismos.

 

Y eso es Bioshock en su esencia, es lo que nos atrapó con el primero y nos faltó en la última entrega. Y quizá sea un problema del lugar, porque Columbia invitaba más a tomarte el te en una terraza o disfrutar de su feria que a descubrir los misterios que contenía. En cambio Rapture, donde la decadencia de una sociedad liberal cede el cetro al caos, logra ponernos en jaque y nos empuja a recorrer detenidamente cada rincón en busca de los diarios. Incluso hay objetivos secundarios que merece la pena lograr por su recompensa. Por ejemplo, se nos invita a buscar un arma microhondas que se encuentra guarda con una clave. Podremos abrir el compartimento con ayuda de las grabaciones. Lo que claramente nos va a gustar es que las sorpresas -tranquilos, no hay spoilers- que el guión nos tiene preparadas. 

 

Bioshock Infinite: Panteón Marino es un DLC dividido en dos capítulos que nos adentran en una nueva búsqueda que mezcla dos mundos. Por un lado encontramos el encanto de Rapture y su estilo de juego, por el otro tenemos a nuestra disposición, no solo los protagonistas sino, los vigorizadores -que vuelven a cobrar su importancia- y la nueva jugabilidad. Mientras recorremos la fortaleza, encontraremos indicios para usar estos plásmidos. Un chorro de agua que podría hacernos de puente al congelarlo o un barril de gasolina cerca de un grupo de enemigos, listo para explotar con una simple llama. El primer capítulo tiene una duración de unas tres horas, si se explora bien, y un precio de 12,99 €. Sí, el precio puede ser algo que juegue en contra si tenemos en cuenta el tiempo que nos llevará jugarlo, pero para eso tenemos disponible el season pass que incluye todo el contenido descargable a un precio de 19,99 €. Francamente, tras haberlo jugado, estos capítulos pueden traer a los amantes de Bioshock el Infinite que esperaban.


<< Anterior Siguiente >>