Pack Fundador de Heroes of the Storm: ¿Pagar por jugar a un F2P?
Nos guste o no, el F2P está para quedarse. De hecho, me vais a perdonar, pero la afirmación suena tan rancia como ir nombrando a las cosas 2.0 en 2015. No es que esté para quedarse, y perdón por la segunda ranciedad, es que es una auténtica realidad, y deberemos acostumbrarnos a las locuras y elementos que acontezcan con el presente modelo de negocio y sus vicisitudes. Si nadie puede negar que hoy los reyes son League of Legends y DOTA 2, la aparición de ese nuevo contrincante llamado Heroes of the Storm, con una tal Blizzard detrás debería asustar a cualquiera y suponer un soplo de aire fresco a un género que se va a nutrir con parte de una de las empresas y personajes más importantes de toda la industria.
El lanzamiento del pack Fundador ha pillado con el pie cambiado a muchos comunicadores del medio y lejos de analizar lo sucedido, meterse en su beta y ver los precios, han preferido lanzarse a las redes a difamar contra la empresa americana con la corte de lectores, espectadores y oyentes random. Son 34,95 euros por un pack que te da acceso a beta de Heroes of the Storm. Además te otorga tres personajes, tres skins y una montura dorada. Se acompaña con 2500 monedas de oro, que son la moneda de cambio que da el juego con cada partida jugada en línea. Estamos hablando de un buen puñado de elementos, y que sumados en total acaban deparando un ahorro considerable con respecto a comprar cada elemento por separado.
Los personajes incluidos son Diablo (8,49 euros), Jimmy Raynor (3,99 euros) y Tyranide (8,49 euros). Sus trajes son Comandante Raynor (7,49 euros), Diablo Diablurky (9,99 euros) y Tyrande elfa de sangre (9,99 euros). La verdad es que los 2500 de oro no da para mucho, pero con un poco de suerte te haces con algún personaje de 2000 monedas, valorados en 4 euros. Sumamos una montura exclusiva a la que solo se puede acceder por packs de contenido una vez dentro de la beta y tenemos, contando exclusivamente el dinero de los personajes un total de 52,44 euros. Hemos ahorrado más de 15 euros, pero vale la pena aclarar algo: nadie está obligando a que entres por aquí, el que no ha conseguido una beta en estos últimos días es que no ha querido hacerlo.
La cuestión, más allá de lo que cueste el presente pack y lo que se ahorre, es incluso más simple de lo que parece: seguridad. No hace tanto tiempo que HearthStone estaba en fase beta, y que los usuarios de todo el mundo intentaron acceder a esos códigos para venderlos por la red. Desgraciadamente, ya sabéis qué ocurrió: se omenzó a hacer malabares con ellos, y los que llegaban a venderlos (hablamos de algunos precios absurdos y si me permitís, nos quedaremos con una media estándar que rara vez bajaba de los 30 euros) se llevaban el dinerito fresco sin más; en el peor de los casos los usuarios pagaban y nunca recibían el código de un juego que a los pocos meses iba a terminar siendo gratuito. ¿En serio es tan negativo que Blizzard intente aportar algo de seguridad al negruzco negocio de códigos para betas? Y total, para que se lo quede un jeta, que se lo queden los desarrolladores, ¿no?
Es importante lo comentado en las líneas anteriores: Blizzard no te está obligando a que entres ahora. De hecho, parece que con la presente promoción ha sido el momento en el que más betas se han lanzado en los últimos meses, razón de más para pensar que los creadores de Starcraft no han ido de mala fe. Más bien al contrario. Si no quieres pagar ya sabes qué puedes hacer: esperar al lanzamiento oficial del juego en unos meses o intentar conseguir alguna beta gratuita. Estoy convencido de que hay centenares de código todavía fácilmente accesibles. La cuestión es buscarlas, claro. Por cierto, si tienes beta tienes un pack valorado en 126 euros que se vende por 40 euros, Pack del Nexo, con ocho héroes.
La cuestión es la teoría que vengo barajando desde hace meses: como comunicadores nos estamos distanciando del consumidor. Sí, seguimos comentando con los de siempre, con los que nos leen a diario y disfrutan de nuestra lectura, pero viene gente detrás que no se está adaptando a lo que escribimos y que están yendo a parar a otros medios que les ofrecen contenido de cosas que verdaderamente les interesa y que, por paradójico que parezca, siguen siendo videojuegos también. Lo peor es que no tenemos ningún interés en aprender, pero tampoco en divulgar o enseñar. En el caso de los diarios escritos, por ejemplo, los suscriptores se están muriendo por viejos, nosotros, jóvenes que muchos no llegamos ni a los 30, ya tienen vicios de periodistas cercanos a la jubilación. La cuestión es no dejar de aprender nunca y seguir apostando por los elementos novedosos que hacen cambiar a nuestra propia industria.
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