Oye... ¿Y Konami qué?

Sería una perogrullada de espanto afirmar que la Konami de la presente década está lejos de la Konami que conocimos en tres décadas anteriores... pero lo voy a hacer. Los ochenta, noventa y los dos mil estuvieron llenos de grandes ideas, conceptos y desarrollos que convertían a la firma japonesa en una de las mejores apuestas a la hora de escoger un videojuego. Para muchos llegó a ser, y con mucha razón, la desarrolladora más en forma durante esas décadas, y no hace falta nombrar muchos nombres para darte cuenta de la razón que tenía ese pensamiento: Silent Hill, Metal Gear Solid, Castlevania, Contra, Zone of the Enders, el séquito de shooters (capitaneado por los Gradius, Salamander y compañía en arcade o Axelay en sistema doméstico) o los grandes beat'em ups desarrollados entonces.

De hecho, incluso en el territorio desconocido de lo japonés tendríamos juegos y joyas de Konami dignas de nombrar y celebrar. Aunque alguna versión llegó a Occidente, Goemon, Snatcher, Policenauts, Tokimeki Memorial o los Bemani son juegos que ocupan importantes capítulos de la historia del videojuego. ¿Hoy que nos queda? Una empresa prácticamente desconocida, que entre sus máximos estandartes, el único reconocido y querido es un Hideo Kojima que tontea con la forma de vender Metal Gear Solid, uno de los últimos referentes importantes de la actual Konami, y que declara en una entrevista las ganas que tendría de resucitar Silent Hill y verlo corretear por su Fox Engine y participar en su desarrollo... a pesar del miedo que le tiene al género del survival horror.

En todo caso, no creo que alguien deba tomarse la salida de Kojima más allá de una declaración simpática en una entrevista interesante que ha llevado a cabo Geoff Keighley desde Twitch, pero no deja de ser una explicación tangible de lo que viene pasando en los últimos tiempos en Konami. Y Silent Hill es uno de los mejores ejemplos a los que atenernos para ver cómo está la empresa, al menos a nivel creativo, en la actualidad. Book of Memories puede ser muchas cosas, pero desde luego, no es lo que alguien podría esperar de un Silent Hill; el revuelo de Downpour, aunque gustó a algunos jugadores, o el escándalo acontecido con la edición HD no se habría ni olido con la Konami que tanto nos gustaba y tanto amábamos.

Castlevania Lords of Shadow 2 parecía que venía a callar algunas voces críticas con la firma, pero al final, guste o no guste la producción de Mercury Steam, lo único que ha ocurrido es que la identidad de la franquicia, como la de la propia productora, es absolutamente desconocida a día de hoy. Nada recuerda a la empresa que convertía cada producción que creaba en magia para los sentidos involucrados en la práctica del videojuego. ¿Qué será de Castlevania? ¿Qué pasará con Silent Hill? ¿Cuánto tendremos que esperar hasta Phantom Pain? Exactamente, ¿qué hay de Konami para los próximos meses de 2014 y 2015 más allá del esperado Pro Evolution Soccer 2015 que, por supuesto, no sabemos prácticamente nada más de él más allá de la disculpa anual de Konami sobre la calidad de la entrega anterior?

¿Recordáis esa época en la que decíamos 'yo es que soy del PRO de toda la vida' y tenía sentido? Ahora suena tan rancio como esas que te suelta tu cuñado, de esas que comienzan con un sonoro 'ejque' y que acaba con un topicazo digno de bar carajillero un sábado a las 12:00. El 'es que' ese está cerca del 'ejque', tanto, que cada vez que un seguidor de PES la espeta, algún tarado canta lo de 'saca el güisqui cheli vamos a bailar'. Gracias señor Vera.