Órdago de Valve con HTC Vive
El tema de la realidad virtual creo que todavía nos queda muy lejos al 90% de los jugadores habituales, y aún más lejos a los que solo usan nuestro querido medio de higos a brevas. Sin embargo, resulta imposible no entusiasmarse y empaparse de todos los anuncios en torno a la tecnología que, si todo va bien, puede ser una parte del futuro de lo audiovisual. Así pues, hoy hemos sabido que HTC Vive costará 800 dólares. En otras palabras, que será más caro que Oculus Rift.
Una vez más, huelga recordar que el dinero es algo muy relativo y que lo que a mí me parece caro a otro puede parecerle asumible. Esto es lo que pasará en torno ala primera hornada de dispositivos de realidad virtual. Sin embargo, los 800 dólares de HTC Vive parecen bastante más razonables en estos momentos que los 600 dólares que pide Oculus Rift porque Valve y HTC han puesto todo sobre la mesa: dispositivo de realidad virtual, control por movimiento, sensores de espacio y una fecha de lanzamiento cercana: abril.
Está claro que Valve ha querido ganar por la mano en este primer combate y dejar que toda la mala prensa inicial se la lleve Oculus Rift para, una vez se hubieran calmado las aguas, tirar ellos la caña y pescar al público concienciado y que ya ha asumido el precio de ser el primero en dar el salto a esta tecnología. "¿800 dólares por HTC Vive? Tras Oculus Rift, ya sabíamos que iba a ser caro". Eso es lo que he venido leyendo durante todo el pasado domingo sobre el tema. En Valve son maquiavélicamente inteligentes.
¿Cómo va a poder contraatacar Oculus Rift? ¿Les ha perjudicado mucho ser los primeros en todo: en los riesgos, en las modas, en lo bueno y en lo malo? No lo sé, pero lo veremos en unos pocos meses, y veremos realmente si la realidad virtual va a ser algo grande de golpe o progresivamente o si se hundirá poco después de lanzarse.
Lo que está claro es que la calidad del producto es un objetivo de todos los implicados, y eso es muy bueno: significa que la experiencia será idílica y sorprendente y no decepcionaría a quien invierta el alto precio que tarde o temprano ayudará, si la tecnología triunfa, a que los demás podamos comprar Oculus Rift 2 o Vive Two dentro de un año o dos a un precio mucho menor. Que Valve tenga una táctica agresiva o mejor o diferente a Oculus Rift es bueno para nosotros tanto como para las compañías, así que sigamos pendientes de qué va pasando.
De momento, Oculus Rift a secas por 600 dólares (más de 700 euros en España) frente a HTC Vive con mandos novedosos por 800 dólares (que el día 29 de febrero se puede reservar y sabremos cuánto costará en euros) sale perdiendo pese a tener un precio más competitivo.
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