Nueva Orleans en los videojuegos, de Gabriel Knight a Mafia III
Estoy enamorado de Nueva Orleans. Sus fiestas, sus gentes, su amplio arraigo racial como crisol de culturas y su alto componente mágico ha supuesto siempre un imán para mis más abstractos sueños. La Old Absynthe House en la emblemática Bourbon Rua esquina con Bienville en el barrio francés, las casas del Hollow, su terrible naturaleza como testigo de la esclavitud y el olor a yerbas y hoo doo, a magia negra, a voo doo y a arcilla del pantano.
Nueva Orleans es una de las ciudades con más magia, con perdón de Edimburgo, que perduran a día de hoy a pesar de su terrible historia, de la guerra contra los británicos de 1805, del huracán Katrina y de los delitos de odio que podemos contemplar en Mafia III. Cuna cuentos de terror en manos de un Edgar Allan Poe que si bien no consta históricamente llegara a pisar sus tierras, protagoniza mil episodios de la cultura popular como desertor en tierras de vod doo. Tierra de vampiros para Anne Rice y todas las series que bebieron de su bestiario imposible, Nueva Orleans cuenta con sus propias visitas a los barrios de las brujas y sus tour vampiros que compiten con el Mardi Gras por llevar a los turistas por sendas más oscuras y cercanas al Barón Samedy.
Nueva Orleans y videojuegos
Ha sido protagonista de excepción de películas de la talla de El Corazón del Ángel tomando los mitos y la imaginería de La Serpiente y el Arcoiris para dar como resultado una fuerte inspiración en Gabriel Knight, trilogía de videojuegos de Sierra Entertainment que en forma de aventura gráfica nos acercaron a la misteriosa Nueva Orleans y a sus más oscuros rincones como Schattenjäger o Cazadores de sombras.
También tuvimos presente Nueva Orleans en Bloodrayne 2, un giro de tuerca del cómic y secuela de la vampiresa cazadora de nazis que nos llevó a la locura del bayou con un personaje que no podía tocar el agua a riesgo de morir y que debía usar sus poderes y su agilidad para evitar el contacto con las aguas del pantano en un Tomb Raider vampírico que hizo las delicias de los que lo conocimos en su momento.
En la misma línea de acción oscura tuvimo el espectacular Shadowman, la encarnación del guerrero voodoo con ese toque a lo Baron Samedy sin traje ni sombrero que luego recuperaría, al menos en lo que a estilo se refiere, Tomonobu Itagaki para su desastroso Devil's Third. Tampoco podemos olvidar el divertido juego de Nes Bayou Billy, que obviaba la parte mágina para oferecernos un Cocodrilo Dundee a lo redneck que olía a comida cajún y banjo y, posiblemente, fuera un primo lejano de Cletus Spuckler.
Sin embargo, y dejando a un lado el Wakeboarding de Playstation 2 que nos llevaba al pantano y las inundaciones de Nueva Orleans a hacer el cabra sobre nuestra tabla a remolque de una potente motora, el juego que hasta el momento mejor había sabido captar toda la magia, ambiente festivo, música y cultura del barrio francés y sus aledaños fue inFAMOUS 2 y su revisión de la ciudad bajo el nombre de New Marais, una ciudad que, de noche, en su DLC, se puebla de vampiros y criaturas de la noche.
New Burdeaux
La Nueva Orleans de Mafia III, curiosamente, huye un poco de todo este rollo de los vampiros, las brujas y los hombres lobo para centrarse más en su naturaleza real, o la naturaleza real de su alter ego como New Burdeaux, que mira más allá de lo tétrico presentando al Barón Samedy como un parque temático, a los haitianos como un sector más de la mafia negra y el voodoo como algo más cultural que mágico.
Pero no nos engañemos, la versión de Mafia III es tan válida como sus homónimas en otros videojuegos y contiene el mismo carisma que hace de Nueva Orleans un rincón tan único en este planeta cargado de rincones. ¿Es posible que veamos resplandecer su faceta mágica en un futuro DLC? me encantaría, pero aunque no sea así no faltan los edificios emblemáticos, los lugares únicos y la arquetectura propia de un lugar al que hay que ir al menos una vez en la vida.
¡Nos leemos!
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