1. Mundogamers
  2. Noticias

Nos hacemos viejos. Los niños reaccionan ante...

Pero 'que nos quiten lo bailao'
Por Víctor Junquera

Entre tanto #Gamergate y todo tipo de entresijos del mundillo que aún no está claro si apuntan a hacerlo mejor o a desvirtuarlo por completo, muchas veces nos olvidamos de que son videojuegos, productos de ocio y entretenimiento y no artículos de primera necesidad. Sigamos con las obviedades.

 

Uno de los debates más cansinos es el del 'todo tiempo pasado fue mejor' o el 'malditos niños rata' cuando también se debería hablar de los 'treintañeros rata' (que los hay) o de que las nuevas generaciones también pueden ser igual de buenos aficionados a los videojuegos aunque no hayan vivido nuestra misma época. Los vídeos de 'Teens react to...' nos hacen ver ambas caras de la moneda (si queremos verlos y no nos quedamos sólo en el odio a la sobreactuadísima Arya Stark). Más obviedades.

 

 

Esta clase de vídeos hace que uno se sienta realmente viejo, pero a la vez es entrañable. Cuando Ocarina of Time nos dejaba boquiabiertos por su fotorrealismo, estos chavales ni habían nacido, y por supuesto, en su educación básica no ha entrado la historia del videojuego, con lo que no tienen por qué saber cómo se mete un cartucho en una NES. Extraña ver comentarios como 'a la hoguera con ellos' por algo así, como si hubiésemos olvidado que también fuimos niños constantemente descubriendo cosas nuevas que otros ya daban por hecho.

 

Ser de una u otra generación nos da unos privilegios y nos quita otros. El disfrutar de algo por primera vez, el vivirlo en su momento, el darse cuenta cómo se hace grande con el paso del tiempo... Claro, no es lo mismo que descubrirlo cuando es algo 'retro', cuando ya tienes muchas 'primeras vivencias' muy diferentes a la de la gente de entonces, pero no por ello son vivencias peores sabiendo 'la teoría', lo que hay que apreciar, o qué hace bueno a un videojuego.

 

«¡Es como si fuese real!»

 

Ser de una u otra generación también nos da diferentes prejuicios, claro. Uno de estos teens o cualquier nuevo jugador no tiene por qué tener el conocimiento absoluto de toda la historia del videojuego para disfrutar de ellos, y quien sí tenga ese conocimiento no tiene por qué menospreciar la opinión del nuevo jugador, que en realidad puede ser igual de consciente o incluso más de las virtudes y los malos vicios de la actualidad de la industria. No hace falta llevar 30 años jugando para saber que el DLC es una política habitualmente abusiva, pero con esos 30 años de juego puede que no te des cuenta de que el último Mario que a tí te parece un paseo, en realidad tiene una dificultad y curva de aprendizaje muy bien medida.

 

Ya hay generaciones de jugadores que no tienen ni idea de por qué Charmander es un Pokémon al que tanta gente le tiene tanto aprecio y prefieren sin dudar a Tepig (¿?), por qué se pide tanto un remake de Final Fantasy VII, o cómo hay quien considera que Ocarina of Time es el mejor juego de la historia. No les culpo, no han vivido su impacto, pero no por ello su opinión cuenta menos si no se cierran a la curiosidad. Del mismo modo, los 'veteranos' encerrados en lo retro que se niegan a probar 'modas'  como Minecraft o League of Legends (y sólo el hecho de considerarlos modas ya es un prejuicio), tampoco tienen el saber absoluto.

 

 

Tanto un jugador de ayer como uno de hoy ha de ser capaz de disfrutar de virtudes de videojuegos de todas las épocas. Las virtudes de los juegos de antes, como la rejugabilidad, el énfasis en las mecánicas y no tanto en la historia, son tan importantes a valorar como las virtudes de los actuales y su acercamiento cinematográfico, su narrativa o sus posibilidades sociales, y más en el caso del treintañero, que puede (y debe) disfrutar de todo esto sin ser un retrógrado.

 

No soy fan de las comparativas con el cine, pero no hace falta haber visto la filmografía de Fritz Lang para poder decir con orgullo y criterio que te gusta el cine y opinar de él, ni eres mejor o peor o tu opinión es más o menos válida por preferir Inception a Metrópolis. No se nos debería de olvidar que, en gran parte, esto sigue siendo una cuestión de gustos, y opiniones que vienen dadas por entornos, vivencias e intereses completamente personales.

 

Alguno de estos teens que va de listillo tiene pinta de que vayan a quitarle el bocadillo del recreo más de una vez, si, y qué decir del que afirma que tener una NES es guay porque es más hipster que una consola de nueva generación. Puede repatear más o menos la actitud de estos niños, pero entre todas estas nuevas generaciones hay aficionados a este mundillo igualmente válidos, y sus perspectivas son tan importantes como las nuestras. Aprendamos a filtrarlas.


<< Anterior Siguiente >>