No soy un héroe en Destiny 2
Destiny 2 tiene un problema a la hora de plantear su historia y sus posibilidades jugables en un puro sentido lógico. El jugador puede sentirse confuso a la hora de saber quién es, qué hace y por qué está dónde está por un problema de base que ya encontramos en el primer Destiny y del que ya hablamos en esta casa. No puede ser que nuestro avatar (que en esta ocasión, al contrario que en el primer juego, no pronuncia ni una sola palabra) se trate como una especie de salvador por el resto de personajes que conforman la historia, comentándonos continuamente que somos únicos por haber conseguido recuperar la Luz.
No son pocas las escenas y conversaciones dentro de Destiny 2 en las que nos tratan como auténticos héroes. Nosotros somos los únicos de derrotar al mal que se cierne en el universo, y es gracias a nosotros por los que la historia continúa. Sin embargo, el jugador puede sentir confusión cuando simplemente tiene que observar a su alrededor para ver a decenas de otros guardianes deambulando por ahí, con sus mismas habilidades o incluso superiores. Es decir, se produce una disonancia entre historia y planteamiento jugable.
Creo que Bungie debería haber abordado este asunto de una manera diferente, ya que da la sensación de que simplemente se ha optado por el camino fácil sin tener en cuenta que ese mundo jugable creado también forma parte de la historia que nos narra el modo Campaña. ¿Cómo es posible que Zavala nos diga que somos el único guardián capaz de recuperar la Luz y que justo después nos presente los Asaltos en los que debemos participar sí o sí con otros jugadores? ¿No es extraño separar de esa manera la historia y el lore del título respecto a lo que realmente ocurre en él?
Para mi gusto, se nos da demasiada importancia. La historia de Destiny 2 perfectamente podía haber sido contada de otra manera, exponiendo que somos varios los guardianes que hemos conseguido recuperar nuestros poderes y que somos nosotros los protagonistas de lo que ocurre, en plurar, dando una importancia obvia a la comunidad. No puede ser que el mundo vaya cambiando solo por nosotros, según lo que nos dicen, pero que a nuestro lado podamos ver fácilmente a un grupo de jugadores mucho más poderosos que nosotros. No me creo que realmente sea el héroe de esta historia, por lo que prefiero que no me traten como tal.
Con unos matices esto se hubiese solucionado de una manera correcta y habría dado paso a algo positivo: que la comunidad de jugadores al completo sienta que realmente han sido ellos, en plural, los que han hecho avanzar un segmento más de la rica historia de esta obra. Sin embargo, se nos trata como a un avatar demasiado importante de forma singular, como si realmente fuésemos relevantes en ese mundo repleto de guardianes que luchan contra la Oscuridad. Siendo un estudio tan inteligente, que sabe de sobra diferenciar entre lo que hacen bien y lo que no, esperaba que en esta secuela hubiesen dado un repaso a este aspecto concreto. Yo soy uno más, junto a vosotros, y eso es lo bonito de Destiny 2. Sin embargo, sus propios creadores no lo saben inculcar en su modo campaña.
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