¿No Man´s Sky? Tipos y tipos de ciencia ficción

Hace un par de días los chicos de Hello Games lanzaban un nuevo vídeo de su esperado causador de resquemores por excelencia: No Man's Sky. Sin aportar nada nuevo a lo que ya teníamos bajo el sol y sobre la hierba, avivando los hypes creados por tipos malvados que, como yo, realmente soñamos con poder tenerlo al fin en nuestras manos, el vídeo vuelve a evocar todo lo que deseamos ver en este título. 

 

 

Miedo y falsas esperanzas

No Man's Sky se está convirtiendo en todo un claro ejemplo de las diferentes posturas que se pueden adoptar en este mundo que es nuestra afición. Dayo nos hablaba de cómo ese desarrollo procedimental parece estar resumiéndose a una cuestión cromática en su artículo de hace unas semanas, ayer Mou me decía que al final hay más horas de vídeos del juego de las que muchos le echarán al propio juego cuando salga, y por el camino muchos son los que no acaban de estar convencidos del planteamiento porque ese objetivo de 'llegar al centro de la galaxia' les parece muy poco específico. 

 

Y el caso es que, pese a estar de acuerdo con ellos, creo que están olvidando y obviando un punto muy importante, el factor imaginación y el factor aficionado profundo. No Man's Sky empezó con la misma premisa con la que se inició en su momento el que siempre he considerado el primer videojuego de la historia con perdón de Nimrod, OXO y Tennis For Two. Me refiero a Spacewar! el viejo juego de los años 60 que se distribuyó por ArpaNet y cuyo punto de inicio fueron un grupo de universitarios aficionados a la ciencia ficción que deseaban experimentar los combates interestelares de sus novelas favoritas. 

 

 

En busca de un sueño

La primera noticia que tuve de No Man's Sky fue la de un tipo sencillo, de edad ya, con el que compartía una profunda afición por la ciencia ficción hard y un sueño: Explorar el espacio infinito -o casi- a mi ritmo, sin presiones y sin una necesidad ni un objetivo claro. Quería ser el Major Tom de Space Oddity, hablar con HAL 9000, realizar las reparaciones en Red Dwarf, vagar a oscuras por el Mundo Anillo, aprovechar el sol en mi velero interestelar y convertirme en un ser de pura energía cósmica...

 

Lamentablemente el tiempo pasó, y la gente empezó a escribirle cartas a Papa Noel con lo que querían que fuera No Man's Sky: un shooter de combate aereo, un simulador de comercio espacial, un juego de estrategia, un Halo, Un Call of Duty, un Star Citizen... y los tipos de Hello Games empezaron a trabajar en ello.

 

De esa vocación inicial de universo infinito -bueno, vale, cuasi infinito, pero creo recordar que prometía cientos y cientos de años de juego-, de esa promesa de búsqueda de vida en un universo en elque el 90% de los planetas serían meras acumulaciones rocosas, se pasó al 'habrá combates aéreos', 'habrá comercio', 'habrá recursos', 'habrá estaciones espaciales en las que arreglar nuestras naves, mercadear o atacar en busca de recursos y riquezas'...   

...Pero el sueño perduró.

 

 

Tipos y tipos de ciencia ficción

Hay algo que mis compañeros no comprenden. Algo que sólo entendemos los que hemos vagado por las páginas de Ray Bradbury, por los senderos imposibes de La Paja en el Ojo de Dios, los que hemos comprendido que un mundo anillo ha de estar hueco, los que hemos cruzado el expacio a la velocidad de los rayos del sol... Y ese algo es que hay muchos tipos de ciencia ficción, y no todos estos subgéneros pueden gustar a todo el mundo.  

 

Hello Games prometía Arthur C. Clarke, Isaac Asimov y Carl Sagan, pero lo que ahora parece ofrecer es Chuck Rogers Aventurero del Espacio, Frank Herbert y sus gusanos, George Lucas en pleno apogeo jedi-killers y demás sci-fi de acción y poco seso. Se nos prometió Scalzi y ahora veo a Abrams. Y ojo, no tiene por qué ser malo, pero juegos de acción espacial ya hay muchos.

 

Sin embargo, sigo teniendo fe en No Man's Sky. Sigo pensando que, con suerte, a la mayoría le parecerá una mierda por las horas perdidas en una cabina en el espacio, por los mil guiños que ya he podido ver en sus vídeos, por una jugabilidad sosegada basada en la mera rutina del escrutinio. Quiero ser un cazador de estrellas, no un cazador de cabezas. Y espero, francamente, que eso sea lo que me ofrezca Murray al final. Si no os gusta, siempre tenéis Star Wars: Battlefront para pegar tiritos, jóvenes padawanes.

 

¡Nos leemos! 

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