No contabilizar las descargas online es un error
Hace unos días PlayStation publicaba la lista de los videojuegos más descargados en su tienda digital durante el pasado 2016 y también a lo largo del mes de diciembre. A pesar de no ofrecer cifras concretas, listaba por plataforma y tipología (DLC’s, juegos para VR y demás) hasta veinte juegos en cada caso entre los que se encontraba más de una sorpresa. La opacidad en las cifras de ventas es algo que lamentablemente arrastramos desde hace años; queda patente con casos como el mencionado.
En resumidas cuentas, cuando habitualmente las distribuidoras y los estudios publican cifras de ventas, lo que no suele especificarse es que son copias físicas distribuidas en puntos de venta: las estanterías que veis llenas de videojuegos en los comercios forman parte de esa cifra que, por parte de los sellos, ya se considera un ingreso, de hecho lo es. El mundo de las tiendas especializadas en este sector da para varios artículos, así que hoy me centraré en mencionar esa parte del pastel que suele obviarse y que, presumo, cada vez tiene más importancia en los ingresos totales que genera cada título.
Con todo lo que nos ha dejado 2016 resulta especialmente significativo que el título más descargado en la PS Store para PS4 sea uno estrenado en 2015: Rocket League. La obra de Psyonix nos llegó a mediados de ese año gratuitamente con PlayStation Plus, razón de más para valorar que después de tanto encabece la lista de los más vendidos en PlayStation 4. Pero las sorpresas no acaban aquí. En el bronce de esa misma lista encontramos a Minecraft: PlayStation 4 Edition (estrenado en septiembre de 2014) y solo dos puestos después damos con GTA V (noviembre de 2014).
Steam, por su parte, también publicó lo más descargado en su plataforma a lo largo del pasado año con Rocket League repitiendo en lo más alto, acompañado también de GTA V, pero donde también encontramos títulos como CS:GO, No Man’s Sky o Dark Souls 3. No es descabellado pensar que las ventas digitales en PC ya superan a las físicas, pero sin embargo esta porción del pastel parece seguir estando reservada a enseñarse solo cuando interesa.
Final Fantasy XV, por ejemplo, es uno de los casos donde se ha recurrido a las ventas digitales -fue el segundo más vendido para PS4 de diciembre en la PS Store- para sacar pecho y decir que ya cuenta con seis millones de copias vendidas. No es la primera vez que se cuenta una historia a medias: en diciembre Square Enix habló de un fantástico estreno con cinco millones de copias ‘vendidas’ en el día de lanzamiento, cuando fue la primera vez que la franquicia veía la luz simultáneamente en todo el mundo. Si se tienen en cuenta las ventas exclusivamente en Japón durante su primera semana, la aventura de Noctis y compañía ha vendido mucho menos de lo que consiguió Final Fantasy XIII en territorio nipón: unas 710 mil copias comparadas con el millón y medio logrado por Lightning y compañía.
¿Necesitamos cifras de ventas que incluyan las digitales? Creo que es evidente, de la misma manera que también habría que diferenciar entre copias distribuidas y ventas reales. Porque si Watch Dogs 2 está entre los diez más descargados de PS4 quizás no lo esté haciendo tan mal, lo mismo ocurre con The Division. Lo que no debería ser normal es que para conocer las ventas específicas de cada título toque hacer números, barajar cifras publicadas por distintos medios especializados en recoger datos y leer la letra pequeña.
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