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"Nintendo no teme fracasar"

Iwata habla sobre cómo su compañía arriesga sin miedo
Por Dayo

Por algún motivo, Nintendo parece quedarse a un lado a la hora de discutir la actualidad. Todo es Sony contra Microsoft, PS3 y Xbox 360, God of War o Gears of War. La gran N ya no es el plato principal, y últimamente la situación no es muy favorable para los de Iwata: malas ventas de la Wii U, pérdida de apoyo de los third party, pérdida de exclusividades como Rayman Legends… ¿Y qué importa? A Satoru Iwata, desde luego, no mucho: como dijo hace poco en una conferencia en Osaka, Nintendo no es una compañía que tema el fracaso.

 

El presidente de la compañía nipona explica su razonamiento en base al espíritu y la filosofía que ha seguido desde un principio: “no podemos ignorar a Hiroshi Yamauchi, que acaba de fallecer. Él siempre decía que si fracasas, no tienes que preocuparte. Siempre hay cosas buenas y malas, y esto refleja la historia de Nintendo”. Como Iwata explica, si Nintendo no es considerado como rival principal ni compite en los mismos mercados que Sony y Microsoft, no es porque no pueda, sino porque no quiere: “si haces lo mismo que los demás, te desgastará. Nintendo no es buena compitiendo así que siempre hemos desafiado haciendo algo nuevo en vez de competir en un mercado existente”.

 

Rhythm paradise

 

Estúpido, simple... pero Dios, qué divertido ¿por qué no hay más juegos tan frescos como este?


Iwata explica que Nintendo lo que hace es innovar y hacer lo que nadie más hace: “se llama la Estrategia del Océano Azul”. Es cierto que Nintendo ha sido una de las grandes innovadoras de la industria y que muchas de sus sagas han sido precursoras de géneros enteros, pero últimamente ha centrado su estrategia más en lo familiar, ya signifique hacer juegos más orientados al público casual, a los más jóvenes y mayores, o darnos obras basadas en conceptos clásicos. Lejos quedan los días en que la DS y la Gamecube estaban llenas de títulos frescos originales: la Wii acabó sus días siendo principalmente objeto de shovelware. Y aunque algunas obras realmente sólidas como The Last Story o Super Mario Galaxy  hayan mantenido la calidad de su producción, ahora mismo Nintendo no parece estar en su mejor momento, ni en lo creativo ni en lo financiero. Como explicó Miyamoto, Nintendo se plantea las nuevas obras pensando en sistemas jugables, no en trama ni en diseño ¿será suficiente para convencer a los jugadores? Iwata dice que sí, y que en Nintendo siempre se han fiado más del instinto que de las estadísticas y las segundas opiniones: “cuando creamos la DS, la gente dijo que era extraño tener una pantalla doble, y la gente dijo que los ancianos no juegan a los videojuegos. Pero lo hicieron. Abrir la primera puerta es lo que hace que todo se vuelva más interesante ¿Aceptará América unos monstruos adorables? ‘No’, dijeron. Algunas personas incluso recomendaron que Pikachu fuese más musculoso. Si hubiéramos seguido su consejo Pokémon nunca habría tenido el éxito del que ha gozado. Brain Training se volvió un éxito en Japón, y propuse venderlo a nivel global. E incluso aunque era el presidente, nadie escuchó”.

 

El camino que ha recorrido Nintendo merece un respeto, y a ese espíritu le debemos muchos de los elementos del juego moderno, para bien o para mal. Pero no es el fin, ni de lejos: la gran N aún tiene mucho que ofrecer. Si juega bien sus cartas con la Wii U puede ofrecer una consola que redefina la forma de diseñar videojuegos, y la Nintendo 3DS está ofreciendo títulos cada vez más interesantes. Nintendo puede que no tema el fracaso, pero sabiendo lo que supone y ha supuesto para tantos jugadores y lo que todavía puede hacer, nosotros sí lo tememos.


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