Ni no Kuni 2 le dice adiós a los únimos
La Playstation Experience nos ha dado un poco más de información acerca de Ni No Kuni 2. Ya sin Ghibli de por medio y con el proyecto en las capaces manos de Level-5 descubro algo que celebro: el adiós a los Únimos en los comabtes. No tengo nada en contra de la recolección de Pokémon, Mirages, Yokais o lo que sea, pero no consigo encontrarles las ventajas de incorporarlos según la interpretación de Game Freaks a un JRPG de corte clásico.
Ayer me acabé Final Fantasy XV y he tenido la mejor experiencia de una party en un JRPG de mi vida, y ha sido solo con cuatro personajes en una formación que apenas cambia durante toda la aventura. Disfrutar de una cuadrilla te permite conocerlos, encariñarte con ellos y que los desarrolladores puedan preparar conversaciones entre ellos que fluyan sin parar y perfectamente puestas en su sitio. Cuantos más personajes añadas en un JRPG es menos controlable la relación que se produce entre ellos, y lo más posible es que muchos de ellos ni los juegues, es decir, acaban siendo miembros anónimos de tu grupo.
Pokémon lo sabe y por eso nos entrega el control de un personaje anónimo y animales que cazar sin nombre ni personalidad; porque son tantos que la propia propuesta del juego quiere dejar atrás esa faceta del rol y centrarse únicamente en la recolección, pero no de personajes jugables, sino de armas con caras monas, y eso está muy bien porque su propuesta es clara al respecto.
El problema es cuando se mezclan las cosas. He de decir que no me ha gustado especialmente Ni no Kuni precisamente por ello, porque los únimos reciben todo el protagonismo durante los combates y la aventura y lo comparten luego con sus protagonistas, que también tienen un trasfondo. Me gusta que la subida de niveles y el crecimiento de los personajes esté relacionado con la mejora vital de los mismos en un JRPG, como si jugabilidad y narración se dieran la mano, y noto que esto falla cuando mezclamos las cosas. Si los bichos crecen en lo jugable por un lado y los personajes crecen a través de la narración por la otra, el título de rol en sí se me hace frágil, poco compacto, todos los actores de la obra se me vuelven un tanto anónimos.
Eso, por fortuna, cambiará en Ni no Kuni 2, pues son los propios protagonistas de la batalla los que combatirán y subirán de nivel. Sé que todo esto es una manía mía, pero solo es cuando jugabilidad y narración se dan la mano cuando acabas amando a los personajes de un videojuego, si cada una va por su lado no se acaban de explotar las virtudes de los géneros que empleamos.
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