Need for Speed tiene una buena base que mejorar en el futuro

Ayer os comentaba que Need for Speed es exactamente aquello que muchos estábamos esperando: un Underground 3, lo que implica algunas consecuencias buenas y otras malas. No quiero darle vueltas a la calidad general del producto, ya que para eso tenéis el análisis que también se publicó ayer, pero sí que quiero hablar sobre lo que creo y espero que pueda ser aprovechado de este juego en el futuro. 

Sobre todo no quiero que me entendáis mal: el juego me gusta mucho tal y como está, a pesar de sus evidentes fallitos, pero creo que todos los apartados pueden mejorar aprovechando la buena base que se ha creado en este nuevo reboot de la franquicia. Need for Speed no ha nacido para ser un juego de carreras creíble, que quiera aportarnos un gran guion ni una historia que sea capaz de cautivarnos. Need for Speed ha nacido para crear un contexto en el que nos hacemos los amos de la carretera en una noche eterna, utilizando algunas buenas ideas para situar al jugador.

Por un lado tenemos las secuencias cinemáticas que utilizan a actores reales y que se mezclan entre los gráficos del propio videojuego. No entraré en la calidad del guion del juego ni de sus diálogos (porque quiero hablar sobre ello más extensamente otro día, a tenor de algunas opiniones) pero sí que creo que es una estupenda idea que le sienta de maravilla a Need for Speed. Estos actores de carne y hueso interactúan contigo y van ofreciendo un pequeño contexto a cada carrera que realizas, haciendo avanzar la historia conforme nos vamos haciendo mejores pilotos. 

Esa base es interesante y muy aprovechable en el futuro. En una futura segunda entrega, por ejemplo, podrían aprovechar lo aprendido en este Need for Speed para tratar de crear una nueva historia, quizás más profunda, que trate otros temas y no sólo se quede en la superficie de esta cultura de tuning y carreras clandestinas. Para que me entendáis, puede evolucionar hacia algo que se parezca a la saga de películas de Fast & Furious, que aunque tampoco tengan el mejor de los guiones sí que saben contextualizar estupendamente bien las carreras y las secuencias de acción. 

Lo mismo ocurre con los otros apartados donde el juego flaquea un poco: La policía y la variedad de carreras. Una vez que ya tienes montada la estructura del mapa abierto, que para mí funciona bien, puedes dedicarte a crear más tipos de pruebas o a que se distingan mejor las aptitudes de nuestros compañeros bebedores de Monster. Lo mismo ocurre con la policía, que es lo peor del juego y está metido con calzador: se puede intentar mejorar lo que ya tienes para crear una experiencia todavía más satisfactoria, escuchando las críticas de los usuarios. 

Al final creo que convertirse claramente en ese Underground 3 que tuvo que llegar hace años pero ha llegado ahora es lo que pasa factura a un Need for Speed que puede que no guste a todo el mundo. Pero no porque no sea un buen juego de carreras (que lo es), sino porque se queda algo anticuado en las formas de plantear algunos apartados. Pero ahí está lo bueno: que se puede aprovechar lo conseguido en esta buena base para crear otro juego mucho mejor en el futuro. Yo espero sinceramente que el título funcione bien en el mercado, por un lado porque se lo merece, y por otro porque quiero seguir viendo cómo puede llegar a evolucionar esta cultura tuning utilizando estas buenas ideas de Ghost Games.