Mortal Kombat X y sus quitality, geniales
Hay que aportar un elemento distintivo para destacar. Ya criticamos en esta casa que hacerlo mediante tetamen en Dead or Alive 5: The Last Round es raro; no porque nos molesten las tetas (por Dios) sino porque consiguen que la lucha pase a un segundo plano e incluso que esta deje de ser imporante en un título de lucha. Pues eso, que es raro.
Pero ese toque diferencial hay que aportarlo. Al fan de la lucha lo tienes a través de la jugabilidad propia del juego, al fan de una serie lo tienes también a poco que le hayan gustado las entregas anteriores, pero es obvio que hace falta cautivar a ese otro jugador al que el combate le importa poco y quiere más. Es en ese punto en el que The Last Round enseñó canalillo y Mortal Kombat X cabezas decapitadas, Quitalitys, a Depredador y a Jason.
¿Por qué me parece maravilloso la manera que tiene Mortal Kombat X de aportar su valor diferencial y una cagarruta The Last Round? Porque MKX, en todo lo que añade, favorece siempre su combate. Los personajes que añade extra y de otras franquicias no hacen otra cosa que reforzar el concepto de la propia saga, uno violento, loco, de serie B y extraño. Los Quitality son una excelente lectura de algo que sucede en los videojuegos de lucha: la gente se desconecta cuando va palmando para no perder puntos o ensuciar sus estadísticas, ¿y qué hace Mortal Kombat X? Pues hacer que a los que se rejan les explote la cabeza. Fantástico. No es tan espectacular como un Brutality o un Fatality, pero se consigue precisamente lo que se quiere: potenciar lo que significa la marca sin perturbar lo importante: el combate; incluso dándole más sabor a este y al juego online, burlándose de aquellos que estropean la experiencia.
Mortal Kombat X es un suma y sigue de cómo añadirle sabor a un videojuego con sentido, coherencia y amor. Si nos fijamos en otros como Street Fighter V nos queda claro que él no necesita toda esta campaña porque su marca es sólida como una roca para todos los aficionados, pero ojo, esa desgana es precisamente la que hace que no tengamos modo World Tour ni más modos divertidos. Capcom tendría que fijarse en Mortal Kombat X y en el trabajo de NetherRealm, porque cuando el elemento diferencial llega así es un placer y engrandece al videojuego.
<< Anterior Siguiente >>