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Morir no mola, pero a veces nos la suda

Sobre todo en los MMO
Por Kysucuac

Creo que soy la friki de los MMORPG. No hay otra explicación posible. Los juego todos, sólo me falta hacerlo a la vez. Creo que si tuviera más de un ordenador a mi disposición, lo haría sin dudarlo. Pero sólo tengo uno, así que toca jugar uno un rato y luego otro. Ahora al que más horas le dedico es a World of Warcraft, aunque hay veces que me saca de mis casillas.

 

Cuando mueres en el WoW, tu espíritu (o fuego fatuo si, como en mi caso, eres un elfo de la noche) aparece en el cementerio más próximo. Los objetos que llevas encima al morir pierden durabilidad, y además te toca ir en busca de tu cadáver. Un puto coñazo. No obstante, también tienes la opción de pedirle al Ángel de la Resurrección que te deje volver a la vida en el propio cementerio. Claro que esta segunda opción tiene sus consecuencias, pues tanto los objetos equipados como los del inventario pierden un porcentaje mayor de durabilidad. Por tanto, morir en World of Warcraft es una putada, pero creo que no nos afecta tanto. Después de todo, nuestro personaje sigue siendo el mismo que era antes de morir, con sus habilidades, su nivel, sus misiones cumplidas y demás. En otros juegos no tenemos tanta suerte, y no nos lo podemos tomar tan a la ligera.

 

Realm of the Mad God es un juego aparentemente sencillo, sea por su estética 8bit, sea porque sólo hay que darle a cuatro botoncitos de nada. Pero esos botoncitos de nada pueden acabar hechos ceniza cuando hayas muerto dos o tres veces en esta locura de juego. Porque morir en él significa morir para siempre. No, no es que te vaya a salir una niña asiática de la pantalla, es que tu personaje dejará de existir.

 

En este título (que engancha más de lo que parece) empiezas siendo un triste mago. El Mago irá subiendo de nivel, irá comprándose objetos y quizás algún día llegue a nivel 20, si no ha muerto por el camino. Una vez se llega a nivel 20, se desbloquea otra clase (en este caso, Sacerdote). Pero no se puede cambiar de clase durante la partida, no existe la selección de personaje (a menos que pagues por ello), sólo el suicidio. Porque una vez mueres, lo pierdes todo y empiezas de cero. Sin inventario, sin habilidades, sin nivel 20. Como mucho, se salvarán los objetos que guardes en tu cofre personal, pero nada más. Ahí reside la complejidad de un juego simple.

 

Luego está la otra cara de la moneda. Guild Wars o The Elder Scrolls Online son juegos en los que cagarla no nos importa demasiado. En el caso de Guild Wars 2, ¿qué le decimos al Dios de la Muerte? Not Today. Porque por mucho que nos maten, si acabamos con nuestro enemigo antes de perder toda la “vida” o nos reviven con alguna habilidad, aquí no ha pasado nada. Y, bueno, luego está TESO, donde, como mi compañero Rafa dice, “es como que aparezca un mosquito y se vaya sin picarte”.

 

Morir en los MMO debe ser algo obligado, eso por supuesto. Si ya de por sí pecan de mata-mata, imaginaos cómo sería la cosa si no nos mataran a nosotros de vez en cuando. Pero no hay que tomarse estas muertes como una derrota, sino como experiencia. Menos en el caso de Realm of the Mad God, que ahí te mata hasta un bebé conejo (que no un abejonejo) porque eres un fracasado. Esta experiencia es la clave para avanzar, para dejar de ir a lo loco como unos gilipollas, creyéndonos los reyes del mambo. Uno no puede llegar a Tamriel y creerse un Daedra, tiene que haber limitaciones. Ojo, ésta es una limitación necesaria, más allá de mis chorri-caprichos acerca de la comida en los juegos de rol. Valar Morghulis (segunda referencia a Canción en un solo texto, estoy que no me reconozco), en la vida real y en el juego no vamos a ser menos.

 

Algún día hay que morir, no puedes lanzarte sobre 30 orcos y pensar que vas a salirte de rositas. Pero, por favor, que esas muertes sean de verdad, que no nos hagan cosquillas, que nos duelan, que nos jodan. No pido que sea como en Realm of the Mad God, eso se lo dejamos a juegos de otros géneros más jodidos. En los MMO tiene que haber algo intermedio, algo tipo World of Warcraft PERO con otra manera de resucitar. Porque lo que más me saca de mis casillas no es morir, sino tener que ir a buscar mi cadáver y encontrarlo rodeado por 352462 bichos que nada más resucitar van a matarme de nuevo.  


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