1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS4

Monster Hunter 4 y Evolve. La semana del monstruo

Dos maneras de dibujar criaturas
Por Adrián Suárez Mouriño

Esta es la semana de los monstruos, y no una cualquiera, sino una en la que aparecen dos videojuegos, Evolve y Monster Hunter 4 Ultimate, que apuestan por hacer que el jugador combata contra los bichos más creíbles posibles. Monster Hunter 4 Ultimate, aunque a muchos os parezca una maldita repetición de criatura y criatura, cuenta con una virtud fabulosa: que sufren, se repliegan, huyen, nadan, llaman a sus compinches, se cabrean y se asustan. Jugar una partida de Monster Hunter siempre ha sido enfrentarse a una criatura real, en los términos que el juego plantea.

 

Evolve, por su parte, aporta una nueva manera de entender el enfrentamiento contra seres monstruosos: haciendo que otra jugador se transforme en él y batalle. Esto, a priori, puede parecer que de los cinco, un jugador adquiere más poder y, simplemente, ha de enfrentarse a un equipo de cuatro, pero ahí entran las mecánicas y reglas del juego.

 

Evolve le pide al jugador que encarna al monstruo que sea un gran actor, pero le pide que lo haga como algo no humano y distinto a él, que combata como monstruo; aunque en el fondo no es algo tan distinto puesto que la misión de la criatura es triunfar, ganar la partida, algo que es el motor de todo videojuego para hacer jugar al jugador. Evolve crea al monstruo mediante los pasos previos que ha de hacer este para formarse, fortalecerse y atacar.

 

 

Por supuesto, los monstruos de Monster Hunter 4 Ultimate siempre serán más animales que los de Evolve, puesto que un jugador no cuenta con un instinto de supervivencia animal que los de Capcom  añaden a sus bichos como parte de su personalidad. Un Wraith o un Goliath no es consciente de que alguien ha invadido su territorio y tiene que sobrevivir, él, como jugador, entiende que tiene que devorar a esos cuatro idiotas que osas luchar contra él.

 

El jugador no huye ni genera situaciones interesantes como criatura, las provoca como jugador enfrentado a otros y, de nuevo, llegan las rutinas de Evolve para personalizar al monstruo y hacerlo creíble, para que los cazadores sí sientan que se enfrentan a un ser, no a un tipo travestido y overpowereado.

 

 

Evolve ha de saber evolucionar hasta conseguir, aplicando correcciones de su jugabilidad, que sus demonios lo parezcan, que se acercan a la naturalidad de uno de Monster Hunter 4, que eso sea lo que necesita hacer el jugador que los encarna para triunfar. Sin duda, una labor titánica que solo el tiempo nos dirá si se transforma en logro.


<< Anterior Siguiente >>