Mojang desvela nuevos datos sobre su misterioso 0x10c

I want to believe, que decíamos los fans de Gillian Anderson. El nuevo proyecto de Notch nos tiene en fuera de juego dado el críptico goteo de información que la gente de Mojang está dando. Que si una ALU de 16 bits programable, que si un sandbox espacial al estilo del viejo Elite de Acornsoft, así como otras tantas afirmaciones en fuera de juego que no nos ubicaban mucho. Por suerte, se han ido un poco de la lengua en una reciente entrevista concecida a PC Gamer, donde hablan largo y tendido de este 0x10c.

 

Es bonito que nombren el western espacial de culto Firefly como una de las metas en cuanto a la ambientación. Somos los dueños y gestores de nuestra propia nave espacial con la que recorreremos el espacio en busca de aventuras. Ésta se controla con un ordenador que como les he comentado anteriormente, emulará la estructura interna de uno real al que podremos introducir sentencias que esperemos, no sean líneas a pelo en Ensamblador. Para los ajenos de la programación a bajo nivel, no será necesario meterse en estos berenjenales para sacar provecho al juego, pero al igual que Minecraft, la creación de contenido con el que crear nuevas funcionalidades será una de las bazas creativas del juego.

 

Dan ejemplos interesantes en cuanto al dinamismo del juego y la constante interacción directa con el entorno y nuestra propia nave. Al intentar aterrizar en un planeta podríamos romper el sistema de aterrizaje y tener que encontrar la forma de repararlo una vez hemos tomado tierra consiguiendo materiales en su superficie y buscando algún método con los recursos de los que disponemos, ya sea exprimiendo las capacidades del ordenador de a bordo o comprando en el mercado negro algún programa que mejore dicha funcionalidad.

 

El objetivo es lograr que la nave en sí sea junto con nosotros el protagonista del juego, intentando crear esas sensaciones de apego y angustia que conseguían por ejemplo los simuladores de submarinos en los que pasamos gran parte del tiempo trasteando con nuestro vehículo y sufriendo por su buen funcionamiento de cara a preservar nuestra integridad.

 

 

Todavía no están muy claras las cosas, y casi se está desarrollando el proyecto sobre la marcha al igual que sucedió con Minecraft, que fue evolucionando y tomando forma con las sucesivas actualizaciones posteriores. Sin ir más lejos, la funcionalidad multijugador no fue implementada hasta varios meses después de su primera versión, tal y como aquí sucederá. Está por ver la forma que tendremos de interactuar con los planetas, si realmente podremos salir a su superficie para darnos una vuelta en un enorme entorno generado proceduralmente o se utilizarán otros sistemas lúdicos.

 

Por mucho que hablen del proyecto, al menos yo sigo más perdido que un camello en una farmacia. Ni el siguiente vídeo mostrando el motor gráfico del juego y las texturas (pixeladísimas, claro) que se están utilizando esclarecen de qué va a ir el asunto. Por lo pronto, hay armas, y disparos, y efectos de luz muy bonitos. Si a esto le sumamos que se habla también de emular la crispación que producen películas como Alien pues no les voy a engañar, estoy muy emocionadito dados los credenciales de esta familia de locos desarrolladores independientes.

 

Esto de la creación orgánica de videojuegos es un lujo que tan solo proyectos independientes para PC se puede permitir, o hilando fino, tan solo gente con los recursos y el colchón de fans que posee Mojang puede permitirse. Aunque si lo pensamos bien, Minecraft utilizó ese modus operandi surgiendo desde la nada y lanzando inicialmente una escuetita versión alfa y miren ustedes hasta donde ha llegado la cosa. Los inescrutables caminos del videojuego…

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