Miyamoto vs Kojima; prepotencia contra humildad

Cuando en un evento tan magno como es el E3 se dan cita las más grandes personalidades de la industria del videojuego, tienen lugar todo tipo de dispares situaciones más que dignas de mencionarse. En tal marco de circunstancia, resulta cuanto menso interesante contemplar las reacciones de los distintos gurús del sector a la hora de vislumbrar el material de la competencia, situación que en sí delata sobremanera la actitud de los individuos. En primer lugar, me gustaría hablar de Miyamoto, que para la ocasión no deja de mantener una pose que lleva luciendo casi desde que saltó a la palestra:

No he visto ningún juego de la competencia en el E3 que me hubiera gustado hacer."

Se trata en sí de una actitud muy de Nintendo, donde rara vez sale de esta empresa alguna opinión positiva acerca de la competencia. En esta ocasión, y como en tantas otras, el maestro Miyamoto echa por tierra el trabajo de Konami, Electronic Arts, Ubisoft y demás productoras, por muy impresionantes que sean los productos mostrados. Claro que el padre de Mario y compañía es el popular hacedor de muchas franquicias imperecederas en lo que a calidad y reconocimiento se refiere, pero considero que su frase es de lo más desafortunada, por no decir que, prepotencia aparte, ya quisieran muchos de los usuarios de las consolas de Nintendo encontrarse con muchos de los grandísimos videojuegos presentados.

Por supuesto que se trata de una estrategia de marketing, haciendo ver que los videojuegos de Nintendo no tienen nada que envidiarle a lo que salga para las plataformas de Microsoft o Sony. En este sentido, el propio Miyamoto escoge las palabras adecuadas para situarse él mismo algún que otro peldaño por encima de sus compañeros, como si el trabajo de Michel Ancel, Sam Lake, Enric Álvarez o el mismísimo Hideo Kojima fuera poca cosa en comparación a lo que su creatividad pudiera generar.

No obstante, el afamado padre de Solid Snake, nuestro adorado y loco Kojima, va y suelta las siguientes palabras:

Creo que Metal Gear Solid V ha recibido reacciones positivas, pero después de ver The Division, siento que debo trabajar más duro."

Ahí delata Hideo Kojima su auténtica pasión por el mundo del videojuego. Famosas son sus palabras elgoiando a otros clásicos contemporáneos, como hiciera en su momento con Gears of War, Modern Warfare y demás títulos en los que no se corta un pelo en alabar; detalle que le honra sobremanera, más aún comparando sus citas con las altivas frases de Shigeru Miyamoto. En este sentido, cabe destacar la cercanía del de Konami hacia sus compañeros desarrolladores, donde solo se pueden escuchar buenas palabras acerca del japonés. Se dice que los consejos con respecto al ocio electrónico los reparte y los recoge a partes iguales, matiz que, por otra parte, dista mucho de casar con la típica actitud del productor nipón de videojuegos.

En definitiva, Miyamoto y Kojima son como el sol y la luna. Impagables sus obras, pero diametralmente opuestos en lo que a actitud se refiere. A nivel personal, creo que la pose de Nintendo, y especialmente la de Shigeru Miyamoto, no le hace ningún bien a la compañía. Pero por desgracia todo esto deja una estela que se reparte de forma perniciosa entre los apasionados seguidores de la gran N, donde cada sentencia de su gurú se transforma en una excusa con la que seguir defendiendo lo indefendible. Mientras tanto, servidor se queda con la humildad de un Kojima que pretende seguir esforzándose para regalarnos juegazos.