Mis 8 heroínas para el 8 de marzo
¡Feliz Día de la Mujer a todos! En realidad, no se trata de un día para felicitar, sino de un día para homenajear. No por el simple hecho de que haya dos géneros del ser humano y la mujer sea la que acaba peor en la mayoría de países y culturas, sino porque hoy reivindicamos (aunque es algo que todos deberíamos hacer todos los días) que nosotras también somos personas, por mucho que a más de uno le cueste llegar a entenderlo. No se me ha ocurrido una forma mejor de recordar el día de hoy que destacando a ocho heroínas de los videojuegos. No es que éstas sean mejores (ni peores) que otras que dejo en el tintero, sino que son, simplemente, de mis favoritas. Y son ocho porque, coñe, es día 8 de marzo.
Alisia fue mi primera heroína de los videojuegos. Con ella me encontré por primera vez jugando con un personaje femenino. ¡Y no era ninguna princesa en apuros! Su misión era vengar a su padre y, cómo no, salvar el mundo. Eso sí, poco tenía que ver el diseño de la portada occidental del juego, tan… de la época, con la Alisia pixelada que lanzaba rayos e invocaba bestias también pixeladas. En cambio, el diseño japonés quedaba estupendo. Pero, claro, aquí eso no se iba a vender.
Sí, Zelda empezó siendo la princesa a la que había que rescatar, pero tiene sus momentos de gloria que la convierten en una heroína. Sé que no son un gran ejemplo de los videojuegos, pero Zelda: The Wand of Gamelon, de 1993, y Zelda’s Adventure, que salió un año más tarde, la convirtieron en la gran protagonista, la chica que debía encargarse de salvar a Link, a su padre, y al mundo ya de paso.
Pero donde Zelda verdaderamente me enamoró fue en The Legend of Zelda: Ocarina of Time e imagino que ya sabréis por qué. Sí, mientras el jugador (los más torpes al menos, yo me di cuenta en seguida porque soy muy lista, ejé) piensa que Zelda hace tiempo que está desaparecida o en manos de Ganondorf, ella es nuestra guía en la mayor parte del juego. Sheik representa lo que Zelda es en realidad: una mujer fuerte, independiente, capaz de guiar a un niño hasta convertirlo en el héroe elegido. Porque, aunque cuando nos revela su identidad es capturada, es ella la que nos ayuda a nosotros a salir del castillo, y no al revés. Porque sin ella no habríamos salvado ni nuestro pellejo. Porque sí, leñe. Viva Zelda.
La historia de Samus da un poco de pena en realidad, ya que ha sido un personaje exageradamente sexualizado. La cazadora es una tipa dura de metro noventa con la que nadie se atrevería ni a respirar el mismo aire, por lo que no necesita el tamaño de tetas y culo cada vez más exagerado. Pero, en fin, es lo que vende, ¿verdad? Yo me quedo con la Samus en armadura, la del primer Metroid, que no deja ver si es un hombre o una mujer, y se carga a los malos que da gusto.
No es que sea de mis personajes favoritos, de hecho al principio la odiaba un poco (yo era pro Eiko, mucho más carismática), pero Garnet es un gran ejemplo de heroína. Al principio se nos vende como una princesita caprichosa que quiere escapar de su enorme castillo por pura rebeldía, pero, en realidad, tiene una misión – por iniciativa propia, cosa que tiene más mérito todavía… y no debería, claro – que cumplir para con su reino y su familia. Garnet representa el sacrificio de dejar a su madre y a su reino, primero, por el bien de éstos, e intentar olvidar al amor de su vida, precisamente, por el bien del reino también. Es una chica valiente y sincera que tiene claro cuáles son sus principios: “Aunque sea reina, no quiero dejar de ser yo misma”.
¡Cómo no iba a estar en una lista así! En lo que a la sexualización se refiere, Lara Croft ha sido el caso inverso a Samus. Pasó de sus tetas exageradamente piramidales a un cuerpo mucho más “real” (con respeto hacia las chicas que tengan pechos triangulares, yo qué sé, las habrá) con el paso de los años, hasta ser la actual Lara de Rise of the Tomb Raider. Es una heroína más que perfecta, una aventurera que, cada vez más, se nos hace más humana. Y no sabéis la falta que hacía que esto fuera así.
En un primer momento, no quería incluir en esta lista a personajes de juegos con “historias eternas”, véase los MOBA o los juegos de lucha. Es por eso que también he obviado a Nakoruru o a Julia Chang. Sin embargo, finalmente me he decidido por añadir a Diana gracias al “evento” del Monte Targon que Riot ha añadido hace poco en la web. Diana representa a una civilización y un poder, no sólo olvidados, sino prohibidos. Por ello, el Desdén de la Luna, me parece una heroína maravillosa, intentando hacerse ver en un mundo donde es perseguida y tachada de hereje.
En vida, era la General Forestal de Lunargenta, respetada por todos gracias a sus proezas. Defendió Quel’Thalas de la invasión de la Plaga, dando su vida por ello. Arthas decidió convertirla en un alma en pena que sirviera al Rey Exánime, pero Sylvanas acabó liberándose y lideró a los Renegados… Ay, que me vengo arriba. La historia de la dama Oscura merece una novela, una película y todo lo que haga falta. Es una heroína que tiene muy clara cuál es su causa, con una historia dramática detrás que la ha marcado, pero no ha acabado con ella.
Me he dejado lo mejor para el final porque, en fin, Terra es mi heroína, y mi personaje femenino favorito. Primera mujer en protagonizar un Final Fantasy, el problema con Terra es que al principio parece débil, sobre todo por sus problemas de amnesia y por haber sido controlada por el Imperio. Sin embargo, mientras avanza el juego, nos damos cuenta del increíble potencial de esta chica de pelo verde (¡mira, mamá, como yo!) y de su fuerza, no solo ante el uso de la magia, sino ante las adversidades. Terra afronta con coraje todos los problemas de la vida, incluso si el problema es un rey pervertido. El final del juego no podía ser más perfecto, por cierto.
Pues esto es todo, chicos y chicas. Aquí tenéis a mis ocho mujeres de los videojuegos. Como he dicho antes, me dejo algunas en el tintero, pero ya sabéis que no se puede tener todo en esta vida. Y ahora yo me pregunto, ¿quién es vuestra heroína? ¡Que no estamos hablando de drogas, hombre!
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