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Minecraft como tabla de salvación indie PC

Si tu tele no es HD
Por José Manuel Fernández "Spidey"

Ríos y ríos de tinta se han escrito del fenómeno Minecraft. Ahora que la tormenta ya ha pasado, que Notch se pasa los días en casa contando fajos de billetes de quinientos euros y que el juego lo peta tanto en PC como en Xbox, llega el momento de la reflexión.

 

O el momento de valorar si Minecraft le ha servido a la industria para algo más que para recolectar un puñado de preciosos titulares a costa de un golpe de suerte. En otras palabras, ¿qué herencia nos ha dejado Minecraft?

 

La respuesta me parece bastante clara a poco que uno indaga un poco en el panorama de lo indie. Lejos de Kickstarter, un medio que sí que lanza proyectos adelante pero que se está convirtiendo en el refugio de las vacas sagradas, el juego independiente puede mirar, y está mirando, hacia el modelo de Minecraft para subsistir y salir adelante.

 

Vengo con dos ejemplos muy ricos para ilustrar esta idea: Prison Architect y Kerbal Space Program. El primero es el nuevo juego de Introversion Software, un estudio que posiblemente os suene por haber sacado adelante títulos como Darwinia o DEFCON. Una pequeña firma que ha hecho de la estrategia su sello comercial y que no renuncia a hacer del videojuego su modo de vida.

 

Prison Architect es su nuevo reto. Un juego de estrategia carcelaria cercano a los conceptos que ya hemos catado en clásicos como Theme Hospital, sin ir más lejos, con un apartado gráfico muy peculiar, ni retro ni fotorrealista, y que nos pone en la piel de un diseñador de prisiones de máxima seguridad.

 

El título es ambicioso y en Introversion optaron por el modelo Minecraft como vía para sacarlo adelante con una mezcla de crowdfunding. Se puede adquirir el juego a partir de 30 dólares e incluso hay recompensas para los que aflojen la cartera pero el resultado final siempre tiene un elemento común: acceso a la versión Alpha del juego que permite disfrutar desde ya de Prison Architect y ver como crece y evoluciona.

 

La jugada le garantizó a Introversion 100.000 dólares durante las primeras semanas, un dinero que le ha venido de perlas al estudio para poder trabajar ya en el desarrollo del proyecto y no tener que esperar a poner el cacito cuando la versión comercial esté lista.

 

Kerbal Space Program

 

Tres cuartos de lo mismo sucede con Kerbal Space Program, juego del que hablé en uno de los últimos MG Podcast y que me tiene robado el corazón. El título es marciano como él solo: mezcla diseño de naves espaciales con simulación aeronáutica y espacial, todo en uno. Si eres un chiflado de la carrera espacial o de los años dorados de la astronáutica, Kerbal Space Program te va a hacer llorar de la emoción.

 

Sabedores de que se dirigen a un nicho de jugadores tan concreto, el estudio mexicano Waste lo ha tenido claro: ha liberado una demo de una de las versiones iniciales del título y mientras continúa su desarrollo, permite el acceso a la versión Alpha a todos aquellos que pasen por caja previo pago de 18 dólares, cifra que va a aumentar en breve.

 

Como en Prison Architect, la jugada te permite no sólo jugar a un título que, aunque incompleto, tiene un recorrido más que largo por delante, sino que eres participe de una experiencia en toda regla a medida que evolucionas junto al juego. Ese concepto de juego que nace, crece y no se reproduce pero llega a un estado cuasi definitivo te permite encontrarte con pequeñas novedades poco a poco que te mantienen enganchado al mismo.

 

Hablo de dos títulos que están en pañales como lo demuestra el hecho de que ninguno de los dos tiene todavía una campaña con cara y ojos. La posibilidad de jugar en el modo sandbox es la tabla de salvación para desarrolladores y el caramelo que los jugadores necesitan para subirse al carro.

 

En un mundillo en el que las grandes productoras recelan de su producto hasta que no está casi listo para salir al mercado, la opción contraria se ha demostrado como una alternativa para aquellos que necesitan una inyección económica instantánea. Al final, Minecraft ha servido para algo más que para recrear la Estrella de la Muerte.


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