1. Mundogamers
  2. Noticias

¿Mima Nintendo su legado centenario en el negocio del videojuego?

Es curioso, pero no
Por Toni Piedrabuena

La historia del videojuego es incierta, no parece importar mucho y eso nos (¿les?) lleva a convertirla en un auténtico despiporre. Por suerte, editoriales como Héroes de Papel van a ayudar a poner algo de orden con sus libros. Ando leyendo el primer volumen de La Historia de Nintendo y lo estoy devorando como si no hubiese un mañana. Disfrutando cada fotografía y cada testimonio. Es un trabajo absolutamente ejemplar que ya podéis comprar en tiendas por un precio que ronda los 20 euros. Ya os hablaré en profundidad de él: hoy quería hablaros de un dato que he encontrado en las páginas del libro de Florent Gorges que me ha sorprendido gratamente sobre el legado de los de Kioto.

 

Son muchas las historias que corren alrededor de Hiroshi Yamauchi, el presidente que precedió a Satoru Iwata y el tercer gran mandamás de la dinastía Yamauchi al frente de Nintendo. Si muchas veces olvidamos que la firma de Kioto cuenta más de 120 años desde su fundación, es normal que muchos usuarios se pregunten cómo pudo subsistir la firma con cartas y juguetes durante tantos años sin más. Gorges responde a dicha pregunta en sus páginas, pero aporta algunos datos interesantes sobre los naipes y la empresa. El primero es que Nintendo nunca ha abandonado el mercado de las cartas, y que todavía se puede encontrar juegos de la empresa de muchos tipos (uno de ellos fabricado con láminas de oro, 800.000 yenes del ala, más de 6000 euros). El otro es el museo que montó en Kioto en la década pasada.

 

Siempre pensé que Nintendo no era muy cuidadosa con su legado, y que más allá de algún guiño a sus juguetes, hanafuda y karutas no había mucho mimo, pero quedé en fuera de juego cuando leí el proyecto en el que se embarcó Yamauchi en 2006 con la colaboración de algunas mentes importantes de la empresa como Shigeru Miyamoto: el Shigureden. Es un museo dedicado por entero a la práctica del Hyakunin Isshu y se puede visitar en el barrio de Arashima, en Kioto. Se financió gracias a 2.100 millones de yenes (unos 16 millones de euros). Del presente juego Nintendo todavía lanza quince series a diferentes precios en tiendas japonesas. Con motivo de la apertura del museo llegaron a lanzar un cartucho para DS al mercado basado en el popular juego de cartas que, obviamente, quedó inédito en Occidente.

 

Es un juego tradicional nipón. Tiene su propia federación para establecer normativas entre las diferentes variantes del juego (fundada en 1904, por cierto) y en durante la II Guerra Mundial se cambiaron las poesías de su contenido y se cambiaron por mensajes patrióticos. En fin, auténtica historia confinada en un edificio japonés en el que se puede ver algo del pretérito de la empresa. Sin embargo, y viendo la cantidad de juguetes y cartas que llegó a lanzar la empresa a lo largo de los sesenta, setenta y ochenta, me sigue pareciendo surrealista que no apoyen más su legado. Nintendo tiene una historia detrás deliciosamente rica para cualquier amante, ya no de los videojuegos, del noble arte de jugar, y el hecho de que sus juguetes sean tan diferentes de los occidentales no hace más que plantearme más curiosidad y ganas de sacarle partido.

 

Un último dato que me dejó loco: se podía jugar con cartas Nintendo en Las Vegas hasta mediados de los ochenta. A partir de ahí llegó cierto fontanero y supongo que a Yamauchi, Arakawa y compañía preferían contar billetes verdes a cartas blancas. Es lógico. Por eso hoy podemos hablar de una historia tan apasionante.


<< Anterior Siguiente >>