Phil Fish, creador de FEZ, levantó la controversia al descubrir al público que no arreglaba los fallos de su juego porque Microsoft pedía cifras abusivas para ello, algo que grandes compañías se podían permitir, pero que pequeños desarrolladores independientes no, y resultó ser uno de los mayores lastres de FEZ a pesar de ser un gran título.
Tras unos rumores que venían acuciándose esta semana, hoy Microsoft confirma que efectivamente, esa política ha sido eliminada y que un desarrollador ya no tiene que pagar por parchear su juego para ofrecer la versión más óptima posible a los jugadores.