Mi experiencia en Paris Games Week 2017
La primera vez que he podido disfrutar de la Paris Games Week me ha servido para confirmar una realidad: es solo cuestión de tiempo que la feria se convierta en la más importante de toda Europa. No solo por el apoyo de compañías como PlayStation, que prefieren el ambiente francés al alemán de la Gamescom, sino por lo que se respira a nivel profesional y de público a lo largo de estos días. Un despliegue increíble en todos los sentidos que satisface a todos los frentes de la industria de los videojuegos.
Es cierto que hubo pocas novedades realmente palpables que poder comentaros. Casi todos los videojuegos expuestos en la feria y las citas de prensa giraban alrededor de contenidos que ya conocemos y que incluso ya hemos podido probar (Barcelona Games World tomó la delantera en este sentido de títulos como Detroit: Become Human, Monster Hunter World o Dragon Ball FighterZ, entre muchos otros) y el interés periodístico radicó en la conferencia de prensa de PlayStation y en otros elementos muy concretos y específicos.
Y vuelvo a mencionar a Barcelona como ejemplo, ya que para mí nuestra feria no tuvo nada que envidiar a la de París en la mayoría de aspectos. Es cierto que el espacio era mucho más grande, con presencia de más compañías que las vistas en España, pero lo más importante ya lo habíamos visto en nuestro territorio (en ocasiones con stands mucho mejores que los que vi en Francia) y, sobre todo, con un público mucho más sano. No tengo nada en contra de los aficionados franceses que encontré en la Paris Games Week, pero como dato solo os diré que los empujones eran constantes (no ayudó que los pasillos de acceso eran bastante estrechos) y que a las pocas horas de abrir el recinto a todo el mundo el suelo ya estaba rebosante de basura de distintos tipos. Eso sí, los controles de seguridad previos fueron totalmente ejemplares, algo que me faltó en Barcelona (la entrada de prensa y profesionales apenas contaba con controles de seguridad, y en un par de ocasiones yo pude entrar sin que me comprobaran maleta ni mochila). Por lo demas, no hay demasiado que envidiar a nuestros vecinos, la verdad.
Excesivas colas para probar contenidos que ya están en el mercado o que lo estarán próximamente y montones de puestos de merchandising, típico de cualquier feria pero a lo grande en este caso. Eso sí, se ve que los franceses no son demasiado amantes de lo retro, con un espacio muy reducido y que, de nuevo, en Barcelona arrasó en comparación. PlayStation y Nintendo contaron con los espacios más grandes y bonitos para mi gusto (cada uno con una personalidad muy marcada y única), mientras que Xbox apenas contó con espacios realmente destacables, aunque al menos mostró músculo con PlayerUnknown Battlegrounds (jugándose en PC, eso sí), la nueva Xbox One X y títulos como La Tierra Media: Sombras de Guerra.
Una experiencia fabulosa, desde luego, como siempre que tengo la oportunidad de viajar con motivo de videojuegos. Os dejo abajo con el Vlog que hice para mi canal de YouTube, por si os interesa algo más de mi estancia personal en la feria y en la propia ciudad. En conclusión, Paris Games Week cada vez toma más delantera a la Gamescom y solo es cuestión de tiempo que la destrone en nuestro continente. En cuanto más compañías se unan a PlayStation y concentren sus conferencias en estos días, el trabajo estará hecho. Por lo demás, Barcelona Games World tuvo poco que envidiar a nivel de feria para el público con Paris Games Week, pero esto siempre tiene un tono muy subjetivo. La ciudad, preciosa en todos los sentidos, también ayuda a que la feria se sienta con caché y mucha personalidad.
<< Anterior Siguiente >>