Metrocide quiere ser algo como Hotline Miami
Hot Line Miami supuso la llegada de una pequeña obra maestra a nuestras vidas, maestra porque empleó el píxel de una manera magistral. La indefinición de este estilo gráfico consiguió darle coherencia a unas máscaras, al lanzamiento de las armas a las caras de los enemigos como método de ataque y a la narrativa tan loca, esquizofrénica y desconcertante. El píxel se usa así, exprimiéndole todo su potencial y funcionando sin tener que aludir a la nostalgia.
Recientemente he estado jugando a Metrocide. El título toma la misma perspectiva cenital de HLM, el mismo estilo de apariencia retro y también la violencia como protagonista, pero se olvida de potenciar o explicar o emplear el valor del empleo del píxel; de hecho, le queda fatal. Jugar a Metrocide te hace amar aún más a Hot Line Miami y desear aún con más ganas la llegada de su secuela.
Porque el píxel es pura indefinición, más si te lo montas con una cámara como la de los primeros GTA. Desde ahí es muy difícil plantear nada más que no sea acción directa y brusca, HLM lo sabe y basa en ello su jugabilidad, pero Metrocide quiere ir más allá pese a ello. En el título encarnamos a un sicario que recibe encargos de un tipo, camina por un ciudad futurista, encuentra a su víctima y la despacha, todo eso sin que nadie de la ciudad se entere de lo que hemos hecho. Cuando lo rematamos, cogemos el cadáver, lo escondemos y por otra víctima.
¿Le ha venido bien el píxel a Metrocide? Pues no, porque cuesta mucho explicar a través de él acciones tan complejas como las de sacar una pistola sin que nadie te vea (cuando no puedes ver los ojos de la gente), recoger a alguien y arrastrarlo (cuando esa animación no queda bien explicada) o incluso esconderte bien (la cámara y el píxel no facilitan saber si estás escondido o no). Metrocide necesitaba un estilo gráfico más definido, uno más de MSX y menos de Spectrum; hablando de imitaciones, claro. Algo más definidio le daría coherencia al conjunto, la que necesita y no tiene por culpa de tirar del píxel; que sí, que a muchos se nos hace el culo pepsicola con el empleo de este recurso gráfico, pero no por nostalgia sino porque conocemos sus potencialidades y queremos verlas. Lo hace genial Hot Line Miami y lo hace fatal este Metrocide.
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