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Mérito, demérito y muerte de la tienda tradicional de videojuegos

Pasado, presente y futuro
Por Toni Piedrabuena

Las tiendas de videojuegos, antes de convertirse en un Centro Mail o Game sin vida ni movimiento alguno más allá de depositar el dinero en el mostrador y marcharse con el juego en la mano, eran el centro neurálgico y el oasis gamer de todo jugador que se precie. La reunión los días de lanzamiento del juego estrella, las colas para probar esos títulos en máquinas de exposición, batallas por el alquiler del software de turno... todo eso se perdió en algún momento de la década pasada y no volverá de ninguna manera: el mercado de venta de hardware y software está anclado y cerrado para unos pocos afortunados que han conseguido anestesiar a los valientes que se lanzaron a abrir sus tiendas y hoy tienen que pagar su osadía con créditos enfermos en sus respectivos bancos. Existe, por suerte, algunos galos que han aguantado el achaque de esos gigantes y que sobreviven a día de hoy con su fiel clientela y su humildes ventas, pero lo dicho: algo residual que no supone un porcentaje representativo entre los centenares de tiendas con nombre anglosajón en España.

 

¿Cómo hemos llegado a ese punto? Francamente, creo que muchos usuarios ignoran lo difícil que es vender videojuegos en todo el mundo y eso, de alguna manera, ha colaborado en el desastre. Las tiendas, normalmente, por cada videojuego vendido no llegan a ver más de 12 euros de beneficio, y eso si llega. El caso de las consolas es más fragante: la venta de una máquina de más de 300 euros no reporta un beneficio que supere los 30 euros. ¿Imaginas un robo? Un auténtico desastre: vas a tener que vender 10 PlayStation 3 para recuperar lo perdido con una de ellas, y no es que las máquinas salgan de la tienda muy a menudo. Ante ese panorama, además, compite como tienda pequeña contra los centros comerciales y las grandes cadenas, que compran en grandes pedidos para obtener descuentos y venderlos más baratos en sus locales. Precisamente, esos precios obligan a las tiendas a llevar a cabo algunas acciones que se alejan del propio ejercicio de jugar a un videojuego (o no, pero ilegalmente): venta de gominolas, venta de merchandise, películas o... reparación de consolas... perdón, “reparación de consolas”.

 

Conversaciones que jamás ocurrirán en un Game

 

Esas “reparaciones” que consisten en posibilitar al padre-madre de turno la venta de accesorios para piratear videojuegos o manitas vendedores que instalan y asesoran a usuarios para jugar y descargar esos juegos piratas. Mi única valoración es que es tirarse piedras sobre el propio tejado, y que los que caen en esa red acaban pereciendo de una u otra manera... excepto una cadena, de cuyo nombre no quiero acordarme, que ya ha puesto muchas tiendas en centros comerciales de Barcelona (Baricentro, Maquinista, Splau...) que se hincha a “reparar” consolas y que parece que le tiene que estar yendo sumamente bien: no hacen más que abrir nuevas tiendas de “reparación”. Volvamos a las pequeñas que no hacen trampa: ley del mercado, nada nuevo, pero entonces el jugador escoge entrefidelidad y buen trato o venta robótica por ahorrar unos euros. Cada uno es libre de hacer lo que quiera y no seré yo quién se oponga o lo discuta, pero conozcamos las causas que impiden a los distintos valientes a lanzarse a abrir una tienda.

 

Permitidme dar un paso atrás en mi reflexión: las tiendas de videojuegos desaparecieron fagocitadas por las tiendas grandes, correcto, ¿pero quién tiene el poder sobre esas tiendas y esas ventas? Las desarrolladoras de videojuegos, siempre. El poder que ejercen los grandes grupos es importante, pero tened una cosa muy clara: el día que se unan Sony, Nintendo, Microsoft y las EA, Activision, Square Enix, Capcom decidan que las tiendas sobran en su ecuación y les den la espalda en pos de un sistema digital, se acabará el negocio y esas marcas serán fagocitadas por el mercado on-line. ¿Se está viendo eso en 2012? El PC concentra unas ventas malísimas de productos físicos en tiendas (lanzamientos de Blizzard a parte), pero parece que las distintas plataformas on-line están provocando una época dorada de venta y juego en compatible.

 

Cosas que jamás ocurrirán en un Game

 

Steam y Origin marcan el camino en PC, no hablo de consolas, y las tiendas más grandes de videojuegos muestran juegos físicos de ordenador en un lamentable estado de exposición y venta: juegos desfasados, precios enfermizos, casi anacrónicos, trato al cliente lamentable y nulas garantías. ¿Quién quiere hoy comprar un juego en tienda si puede comprarlo mucho más barato con la oferta de Origin o Steam de turno? Pocos: quizás el coleccionista de turno, pero esos juegan en otra división que ya tendremos tiempo de tratar un día en nuestra página.

 

Definitivamente, y no es algo malo, preferimos “la pela” al trato y el mimo, y ese es el camino que hemos marcado, indirectamente, a esas tiendas a lo largo de los años, pero sí echo de menos esa identidad de la tienda de videojuegos que hoy ya no existe y que ha mutado hasta el punto de que algunos usuarios han sustituido al vendedor de la tienda por el cartero con el reluciente paquete de juegos UK a precio todavía más bajo. El sistema está cambiando, y muchos somos espectadores de un cambio incierto... ¿Dónde nos llevará?


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