Menos de un mes para Total War Warhammer

El universo de Warhammer Fantasy (que no 40k, yo siempre he sido más de la fantasía épica que de la ciencia ficción) me ha cautivado desde siempre. Bueno, desde siempre... Ya sabéis, desde que lo conocí por primera vez. La suerte de tener un hermano cinco años mayor es que acababa heredando de alguna manera sus libros y sus videojuegos. De libros, más allá de manuales de rol, llenamos varias estanterías. Lo que nunca tuvimos, fueron miniaturas (que a eso ya se encargó de engancharme mi primer novio), pero no pasó nada, eso no borró nuestra pasión. De los libros y manuales, pasamos, por fin, a los videojuegos.

De todos ellos, a quien más amé, y cuya muerte más pena me dio, fue a Warhammer Online: The Age of Reckoning. ¡Qué tiempos aquellos! Mi hermano y yo nos dimos un buen vicio. Mi hechicera era una maravilla, y su cerillo (un Hechicero Brillante del Imperio) tampoco estaba mal. La verdad es que cada una de las razas contaba con clases muy atractivas, aunque no todas ellas físicamente, claro. Algunas eran muy divertidas de jugar, como El Pastor de Garrapatos. Pero Warhammer Online no consiguió el éxito que esperaba y cerró sus puertas tiempo atrás, allá por diciembre de 2013.

Desde entonces, poco nos hemos relacionado los juegos del universo Warhammer y yo, más allá de Warhammer Quest, al que actualmente juega mi compañero de piso. Pero mi pasión no se ha apagado ni un ápice, y he seguido activa por las tierras del Imperio. Tanto, que todas las semanas tengo partida de rol. En la anterior aventura, era un elfo Guerrero de Camarilla, el único que sacaba las castañas del fuego (y con un miembro viril de nivel 6, por cierto). En ésta, en cambio, me he cansado de ser el héroe y soy una elfa artista completamente inútil. Pero tengo un perro muy mono. Al que yo misma herí con una flecha gracias a una pifia. Ay, Warhammer...

Volviendo al tema de los videojuegos, queda menos de un mes para la llegada de Total War Warhammer, al que muchos ya le tenemos ganas y al que ya mencioné en el repaso que hicimos a la saga. Aunque la serie de The Creative Assembly ha tenido sus más y sus menos, nos ha dado muy buenos títulos, como es el caso del primero de todos, Shogun, o la colección de Viking Invasion. La última vez que hablamos de la compañía, ya comentamos esa bifurcación en sus proyectos: Por un lado, está Total War Warhammer, pero por otro está su futuro Free To Play, Total War Arena.

Hoy no estoy aquí para hablar de un juego gratuito, y mira que son mi especialidad, sino para hablar de Warhammer, como imagino que ya habréis notado ligeramente. Como ya dije, sí, el juego tendría que haber llegado mucho antes, ya que hace unos años que la “fiebre Warhammer” ha ido decayendo. No obstante, los que siempre han sido fans de este amplio universo, y a pesar de que las últimas “actualizaciones” del lore no han sentado muy bien a todos, han seguido ahí, esperando. El otro día me lo comentaba un amigo: “Llevo demasiado tiempo esperando este Total War como para dejarlo pasar”.

Y tiene toda la razón. Además, parece que el juego pinta muy bien, no sólo por su vídeo de presentación. The Creative Assembly está organizándolo todo como debe ser, y tendremos razas jugables la mar de interesantes (por ejemplo, tendremos a los vampiros, algo que me faltaba en el online). Personalmente, confío en que esta vez el trabajo se ha hecho bien. Por una parte, nada como un Total War para resucitar a Warhammer. Por otra, el universo de fantasía épica que aporta Games Workshop a la saga, podría atraer a muchos que no terminaban de adentrarse en Total War por ser demasiado... “histórico”.

Algunos pensarán que quizás lo mejor es esperar a que pase un tiempo, ya que, igual, The Creative Assembly tiene preparado demasiados DLCs. Es de lógica, muchas razas hay en Warhammer, y muchas clases, como para meterlo todo en un solo juego. Yo imagino que me veré vencida por el hype y lo compraré nada más salir. Vosotros, ¿qué? ¿Sois más de Sigmar o de liarla parda con el Caos?